Andan todos muy revueltos. Y no es para menos. Se les está viendo el plumero, y el polvo que levantan las investigaciones de la DEA, empaña su futuro. Son las malas compañías de Podemos allende fronteras, los chavistas recalcitrantes que pueden acabar entre rejas a la que se descuiden. (La DEA estadounidense revela que Venezuela e Irán pactaron financiar a Podemos con HispanTV).
En este sucio colegueo que hace equilibrios sobre un supuesto eje Irán-Venezuela-España, las implicaciones de propios y extraños están para muchos bastante claras, aunque no tanto para Cilia Fores, la miope mujer del sátapra Nicolás Maduro, que tira balones fuera con fieras patadas que alcanzan a la profesión periodística y de robote al pueblo que dice amar tanto.
Su discurso en el vídeo sobre estas líneas, cuando le preguntan en torno a sus narcosobrinos, nos recuerdan muchas soflamas con un tinte morado que tira para atrás. (Pablo Iglesias presume de sus negocios con Irán en un vídeo que Podemos trata de borrar).
Ests violenta reacción que tuvo cOmo escenario a la Plaza Bolívar de Caracas, se suma a su conducta en la Asamblea Nacional, cuando amenaza no solo a la gente que está en el anfiteatro, sino incluso a los reporteros que cubren las sesiones.
Pide a sus escoltas que les fotografíen, en una acto que clama venganza, la misma que quizás pronto podrán saborear todos sus detractores. (La descarada alianza chavista con el narcoterrorismo sonroja a Venezuela).