La Policía no quiso informar en su momento del suceso, dado que "podría provocar tolerancia cero"
Lo violó en los vestuarios de una piscina de Viena, tras arrastrarlo en volandas y, tras la salvaje agresión, se metió en el agua para darse un baño y relajarse.
Es un refugiado iraquí que entró en Austria en 2015 a través de los Balcanes, y que fue detenido tras cometer el hecho el 2 de diciembre del mismo año, según ha revelado ahora la Policía austriaca, que ocultó la información
«porque podría provocar tolerancia cero hacia a los refugiados».
«NECESIDAD URGENTE DE SEXO»
Según da cuenta ‘Kronen Zeitung‘, el niño de 10 años pidió ayuda a la seguridad de la piscina tras ser atacado, quienes llamaron a una ambulancia y fue hospitalizado posteriormente. Tras cometer la violación el hombre continuó bañándose en la piscina, donde fue detenido por la Policía tras saltar una y otra vez del trampolín.
El acusado explicó a los agentes que abusó del niño «por la necesidad urgente de tener sexo», ya que no lo practicaba desde hacía unos cuatro meses. También, añadió que está casado, pero que su mujer se quedó en Irak.
El sujeto dijo que estaba al tanto de que tales «actos son ilegales en cualquier parte del mundo».