Fue detenido en el año 1999, tras haberse comido a más de 40 personas en la venezolana ciudad de Táriba. Su especialidad era hacer empanadillas con los restos de sus víctimas, que rellenaba preferentemente con la parte de los músculos. Se llama Dorancel Vargas Gómez, alias ‘El Comegente’, y cumple condena en la Dirección de Seguridad y Orden Público de Táchira, donde ahora ha vuelto a hacer de las suyas. [VÍDEO X] Así mutila ‘Franklin Masacre’ a los presos en Venezuela con la infernal ‘técnica del pingüino’).
Y es que para él, ingerir carne humana es lo mismo que comer peras. Así lo aseguraba en una entrevista con un periodista:
«¿Usted ha comido peras?, es igual, claro que como gente, cualquiera puede hacerlo, pero hay que lavarla bien y condimentarla bastante para evitar el contagio de enfermedades… y sólo me como las partes con músculos, particularmente los muslos y las pantorrillas».
Este caníbal del chavismo, que curiosamente fue puesto en libertad tras pasar dos años en el Instituto de Rehabilitación Psiquiatrica de Peribeca, -temporada que aprovechó para buscar al hombre que lo denunció y zampárselo-, acaba de matar a golpes de martillo en el citado centro penitenciario a un preso llamado Juan Carlos Herrera, según da cuenta ‘El Diario de los Andes’. Su plato favorito lo compartió con todos, en un acto de ‘generosidad’ no exento de sadismo y perversión.
La denuncia la hace el propio padre de la víctima:
«A mi hijo lo agarraron entre 40 personas, lo apuñalaron, aparte de eso lo colgaron para que se desangrara; lo bajaron y el señor Dorangel -alias «el comegente»- fue el que lo descuartizó para dárselo de comer a todos los detenidos de Politáchira, y al que no lo hiciera -los que encabezaban el motín- los golpeaban, les quitaban dedos, les partieron las piernas, les perforaron pulmones, los golpearon en la cabeza con un martillo; fue atroz y desastroso lo que vivieron esas personas allá».
Asegura que la tardanza en resolver el motín que se presentó en Politáchira se debió a un problema entre Iris Varela y el gobernador de la entidad, José Vielma Mora, quienes no se habrían propuesto dar solución a esta problemática; situación que habría incidido en los hechos irregulares que se cometieron dentro de la sede policial.