El vídeo que acompaña estas líneas, -tanto en su versión reducida con la cara pixelada de uno de los implicados, como el completo a cara descubierta-, fue grabado instantes después de la salvaje violación, cuando obligaron a la joven de 21 años a hacer creer a la audiencia que nada había pasado.
Y es que los tres inmigrantes ya se esperaban lo peor, tras haber retransmitido en directo por Facebook este domingo 22 de enero de 2017 por la mañana, las salvajes escenas de la violación en grupo de la pobre chica, que estaba inconsciente en una cama de la vivienda ubicada en la localidad sueca de Uppsala escenario de los hechos, según da cuenta la emisora estatal sueca SVT. Abusaron de ella durante tres horas.
La Policía recibió las llamadas de alerta de varios jóvenes que contemplaban atónitos la escena a través de las redes sociales (más de 60.000 personas hicieron lo propio). Los inmigrantes, de entre 20 y 25 años de edad, insultaban a la joven mientras la penetraban por turnos.
Cuando los agentes llegaron a la casa los inmigrantes fueron detenidos, y la joven llevada de urgencia a un hospital cercano. Uno de ellos es un tal Emil Khodagholi, un viejo conocido de la Policía de la localidad por delitos de posesión de drogas, robo y asaltos a viviendas, según ha confirmado el portavoz de la policía Marcus Svensson.
«Tres contra uno», se le puede escuchar decir a Khodagholi, que se ríe de la escena mientras contempla el cuerpo de la mujer y le espeta: «Has sido violada».
Desde el comienzo de la crisis migratoria, cuando la canciller alemana Angela Merkel decretó el ‘Welcome Refugees’, los delitos a manos de recién llegados se han incrementado notablemente. No obstante, Alemania ha batido este mismo año el récord de violaciones de hace 20 años y, un año después de los abusos de Colonia, la situación durante la noche de Año Nuevo no fue mucho mejor.
@PeterSweden7 @friatider Time to change… pic.twitter.com/iypxvTybuT
— Paolo Iob (@AmbaAradam) 22 de enero de 2017
Los medios globalistas se han esforzado, auspiciados por las autoridades europeas, en ocultar la nacionalidad de los agresores en muchos sucesos.