Los ánimos en México están más caldeados que nunca. Tras abatir las fuerzas de seguridad en la ciudad de Reynosa a dos jefes del narcotráfico mexicano a principios de abril de 2017, -Juan Manuel Loisa Salinas, conocido como Comandante Toro, del cartel del Golfo, y Francisco Carreón Olvera, alias Pancho, del cartel de Los Zetas-, las cosas se han salido de madre.
Las acciones de las autoridades contra grupos criminales continuarán en #Reynosa y centro del estado. Pedimos extremar precauciones. #GobTam
— Gobierno Tamaulipas (@gobtam) 22 de abril de 2017
Los tiroteos están a la orden del día y, para colmo, una especie de grupo paramilitar que se hace llamar el ‘Gupo Sombra’, que se las da de justiciero en zonas como Veracruz y que se dedica a colocar ‘narcomantas’ con fotos de delincuentes, se dedica ahora a cortar cuellos a destajo.
Lo hace con equipamiento militar y para hacer juego con su nombre, vestidos sus despiadados integrantes con ropa oscura.
El vídeo que nos ocupa, publicado por ‘El Blog del Narco’, es espeluznante y da fe de lo apuntado. En el mismo, un pobre chico que trabajaba para el cártel de los Zetas por cuatro perras, es interrogado y degollado a cuchillo sin piedad entre gritos de súplica y espanto. De nada le sirve pedir clemencia. Sus verdugos quieren dejar claro que «esto les va a pasar» a los integrantes de dicho clan «por robar y secuestrar», así como a quienes trabajen para ellos: «Grupo Sombra habla con hechos, no con palabras».
Cabe señalar que en marzo de 2016, Juan Manuel Muñoz, Mono Muñoz, escurridizo cerebro de tramas delincuenciales mexicanas, fue detenido por la Unidad de Delincuencia Económica de la Policía (Udef) en un domicilio de Madrid. Estados Unidos llevaba años tras su pista.
Está considerado como uno de los hombres clave en el narcotráfico mexicano desde hace más de 20 años, y como una pieza esencial en las operaciones de blanqueo del cartel de los Zetas. Además, está directamente relacionado con el que fuera presidente del PRI y gobernador del estado mexicano de Cohauila.