El Director Interino de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), Matthew Albence, defendió las redadas que su agencia llevó a cabo en Mississippi la semana pasada, en las que muchos niños se quedaron sin sus padres, y declaró que quienes violaron la ley son los culpables de estas separaciones, reporta NBC News.
“Llevamos a cabo nuestras operaciones con profesionalismo, compasión y humanidad, e hicimos todo lo posible para minimizar su impacto en las personas que son inocentes —declaró Albence—. Sin embargo, tenemos que hacer cumplir la ley. Cada [agencia de aplicación de la ley] hace cumplir la ley en contra de las personas que la violan”.
“Los padres o las personas que infringen la ley son, en última instancia, los responsables de colocar a sus hijos en esta situación”, enfatizó. La semana pasada, las autoridades policiales allanaron unas plantas de procesamiento de alimentos en Mississippi, arrestando a casi 700 trabajadores, la mayoría de ellos latinos, en lo que se dijo que podría ser la mayor redada de un solo día en la historia de Estados Unidos.
Estos operativos afectaron a siete plantas, propiedad de cinco compañías en seis ciudades diferentes, dejando a numerosos niños sin sus padres. Algunos de estos menores recién comenzaban la escuela, lo que los obligó a pedir ayuda a extraños o a parientes lejanos mientras esperaban respuestas sobre el paradero de sus familiares, según informaron activistas defensores de inmigrantes.
Cuando se le mostró un vídeo de una niña llorando porque sus padres fueron atrapados en una redada, Albence enfatizó en que la separación de los niños de los padres era una parte difícil a la hora de hacer cumplir la ley. “Mire, soy padre, la mayoría de nuestros oficiales y agentes son padres, algunas de las cosas más difíciles que tenemos que realizar en nuestro trabajo para hacer cumplir las leyes implican la separación de los padres de los niños”, dijo.
“Cada agente de la ley tiene que lidiar con eso en algún momento de su carrera —prosiguió—. A diario, cada vez que un oficial va a arrestar a alguien por un delito de violencia doméstica, uno de los niños que allí se encuentran estará llorando.”
Hasta el jueves pasado, casi 300 detenidos habían sido puestos en libertad tras ser procesados, y se les habían dado fechas para comparecer en la corte federal de inmigración, informó Jere Miles, agente especial a cargo del Departamento de Seguridad Nacional en Nueva Orleans, que cubre Mississippi.