La política antimigratoria de Donald Trump está saliéndole costosa a Estados Unidos. El veterano hispano Jilmar Ramos-Gómez, de 27 años, fue detenido por la Policía local de Grand Rapids, Michigan, luego fue entregado a oficiales de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Él demandó y ganó su caso, pero ahora la Comisión de la Ciudad aprobó compensarlo con 190.000 dólares.
Ramos-Gómez fue detenido en diciembre pasado y enfrentaba proceso de deportación, luego de que fue arrestado por allanamiento, dijeron abogados de inmigración, pero el veterano había sido confundido con ser un inmigrante a pesar de que tenía su pasaporte estadounidense y otra identificación en el momento de su arresto, publicó USA Today.
La detención indignó a su familia y abogados de derechos civiles que dicen que es un ejemplo de cómo los funcionarios de inmigración y del condado han abusado sobre la aplicación de la ley de inmigración, en particular en casos que inmiscuyen a latinos. “No estaban escuchando a mi hijo a pesar de que tenía una identificación con él. No está bien. Mi hijo es de aquí, nació aquí, es ciudadano de los Estados Unidos. Sirvió en la Marina, el Ejército, pero no les importa lo que hizo mi hijo por su país”, expresó María Gómez-Veláquez, su madre –una inmigrante de Guatemala– a la Detroit Free Press durante una entrevista telefónica.
La Unión Americana de Derechos Civiles (ACLU) y el Centro de Derechos de Inmigrantes de Michigan tomaron el caso y criticaron a autoridades por hechos discriminatorios. El capitán de policía Curtis VanderKooi cumplió una suspensión no remunerada de 20 horas por violar la política del Departamento, después de alertar a ICE sobre el arresto de Ramos-Gómez, quien nació y creció en Grand Rapids y sirvió en Afganistán de 2011 a 2014 como tripulante de tanques, incluso fue galardonado por sus esfuerzos.