La leyenda activa de la NBA continúa de pretemporada y por supuesto hablamos de Lebrón James, quien aprovechó el tiempo libre para ver un partido de su hijo mayor Bronnie James, integrante del equipo de la escuela Sierra Canyon en Chatsworth, Los Ángeles.
Su presencia no pudo pasar desapercibida en el recinto y desde las gradas siguieron todos sus movimientos.
LeBron hopped into warms ups real quick ✈️ (via qwik11hoops/IG) pic.twitter.com/fna7KFjG6D
— Sports ON Tap Hoops (@NBAInside_Stuff) July 28, 2019
Antes de comenzar el partido le regaló un par de volcadas tanto a los espectadores como a los propios jugadores y una vez que inició el encuentro se lo pudo ver muy activo.
Su hijo de 14 años es uno de los mejores de su equipo y constantemente es comparado con su padre. Incluso llegó a recibir varias ofertas a futuro de distintas universidades para participar de la División I de la NCAA, el nivel más alto de atletismo intercolegial.
Consejos, aplausos y muchos festejos descontrolados. LeBron James vivió el juego de su hijo como si fuera una final de la NBA.
Al comienzo, se lo vio hablando con uno de los compañeros de Bronnie haciendo gestos como explicándole una jugada.
En una volcada de su hijo, la cámara que estaba en la grada lo enfocó automáticamente después de convertir y apareció festejando eufóricamente a tal punto que perdió una zapatilla dentro del campo que rápidamente intentó recuperar. Una vez que volvió a colocársela realizó un baile y fue a saludarlo.
El basquetbolista de 34 años aplaudió con locura cada jugada destacable del equipo de Bronnie, al cual pertenece desde el 29 de mayo de este año.
El eufórico festejo dividió la opinión de los usuarios en las redes sociales. Mientras que algunos fanáticos consideraron que la celebración fue «muy forzada en frente de las cámaras» o que «si lo hace cualquier otro padre seguro lo sacan del pabellón a la fuerza», otros aseguraron que es «admirable. Se le nota que disfruta del baloncesto y ama a su hijo. Además motiva a los jóvenes a seguir su mismo camino».
«Da vergüenza ajena la reacción y, sobre todo, el afán de protagonismo en una situación en la que él debería mantenerse al margen y dejar que los protagonistas sean los niños», arremetió un seguidor, a lo que le respondieron: «No es cualquier padre, su influencia en el equipo debe ser increíble, tu ídolo en tu deporte favorito animándote ahí mismo».