Unidos por la política, Hugo Chávez y Fidel Castro se han convertido también en aliados en la enfermedad, primero con la que apartó del poder hace cinco años al líder cubano y ahora con el cáncer que mantiene al presidente de Venezuela en la isla, donde está recibiendo tratamiento.
En el mensaje televisivo transmitido anoche desde Cuba, Chávez, de 56 años, explicó que quien le comunicó en La Habana la «dura noticia» de su cáncer fue su amigo Fidel Castro al que definió como «aquel gigante que ya superó todos los tiempos y todos los lugares».
Hugo Chávez incluso destacó que el octogenario líder cubano ya intuyó en el mismo día de su llegada a la isla en visita oficial, el 8 de junio, «algunos malestares» que iban más allá de su lesión en la rodilla izquierda.
«Me interrogó casi como un médico, me confesé casi como un paciente y esa misma noche todo el inmenso avance médico que la revolución cubana ha logrado para su pueblo y una buena parte del mundo fue puesto a nuestra plena disposición», destacó el presidente de Venezuela.
Estas palabras sumadas a la aparición de Fidel esta semana en un vídeo conversando con Chávez en el lugar de La Habana donde se recupera hacen pensar a muchos que el ex presidente cubano está devolviendo a su aliado político el favor que aquel le hizo cuando cayó gravemente enfermo en julio de 2006.
En numerosas ocasiones fue Hugo Chávez quien informaba sobre el estado de salud del líder de la revolución cubana, cuya enfermedad ha sido considerada secreto de estado en la isla.
También ha sido el presidente de Venezuela el mandatario que más veces ha visitado a Fidel Castro durante su convalecencia y que más ha posado junto a él en las fotografías y vídeos divulgadas en los últimos años que permitían saber de la recuperación del ex presidente cubano, quien reapareció en actos públicos a partir de julio de 2010.
Y si ambos líderes han intercambiado apoyo en sus respectivas enfermedades también se aprecian algunos paralelismos en la «gestión informativa» de sus dolencias donde se combinan el absoluto hermetismo que ofrece Cuba para estas situaciones con grandes dosis de suspense.
Desde que fue sometido en La Habana a su primera operación hace tres semanas, el secretismo de Cuba en torno a Chávez ha sido absoluto: no se ha divulgado en qué clínica se encuentra, ni quiénes componen el equipo facultativo que lo operó y que lo trata, ni se han emitido en la isla partes médicos, ni se conoce qué tipo de rutina diaria lleva.
A lo largo de estos días, los medios cubanos (todos oficiales) se han limitado a publicar informaciones y declaraciones del Gobierno venezolano o fechadas en Caracas.
En la televisión cubana se pudo ver ayer el mensaje de Chávez pero más de media hora después de ser emitido en Venezuela y este viernes la prensa y las agencias de la isla reproducen íntegramente su alocución sin aportar novedades.
El presidente de Venezuela desveló ayer que le fue extraído en La Habana un «tumor abscesado» con presencia de células cancerígenas y que está recibiendo tratamiento para esa dolencia.
Chávez dijo que la enfermedad no le ha apartado de su tarea presidencial pero no desveló cuando retornará a su país.