Dice que le gustaría retirarse tras la candidatura de 2019, que sería su tercer mandato en el poder, pero que haría lo que quisiera el pueblo
A tan sólo un mes y medio de las elecciones presidenciales en Venezuela, los principales candidatos están prácticamente empatados.
Si los comicios se hubieran celebrado ayer, el mandatario Hugo Chávez habría obtenido el 49,3% de los votos mientras que el principal opositor, Henrique Capriles, habría recibido un 47,2% de los apoyos, según la última encuesta, de la firma Varianzas.
El resultado de este sondeo, elaborado entre el periodo del 2 al 15 de agosto, le da una ventaja de 2,1 puntos al actual presidente venezolano.
Sin embargo, la firma Hinterlaces, en un sondeo anterior difundido y acompañado por un exhaustivo análisis de la situación, otorgaba una importante ventaja, de 18 puntos, al presidente.
Estos últimos resultados muestran que Henrique Capriles ha acortado las distancias con el bolivariano desde el mes de junio, cuando las mismas encuestas marcaban la diferencia en 4,3 puntos de ventaja para el mandatario.
Según los resultados obtenidos por Hintelaces, el 61% de los encuestados cree que ganará Chávez, mientras que sólo el 25% confía en la victoria de Capriles.
Aunque los resultados de dicha firma tienen poco que ver con el resto: más cerca del último sondeo se encuentran las marcas obtenidas por la firma Consultores21, que concluía con un 51,4% para Chávez y un 49,4% para Capriles, también en junio.
En una entrevista para El Universal, el principal oponente del presidente venezolano le acusó de sufragar encuestas que presentaban resultados falsos frente a los comicios electorales.
En otra ocasión Capriles afirmaba ante sus votantes:
«Chávez promete salvar el mundo, yo quiero salvar Venezuela; se ha acostumbrado al poder, ya no le importan los problemas venezolanos».
Por su parte, el líder socialista declaraba que su objetivo de cara a las elecciones no era ganar, sino conseguir el 80% de los votos.
Según informa El Universal, Chávez, en su recorrido por el estado de Bolívar, dijo que Miranda -en donde Capriles fue Gobernador hasta junio, cuando renunció a su cargo para presentarse a las elecciones-, se ha convertido en el Estado más violento del país.
Posteriormente, en un acto público retransmitido por Venezolana de Televisión (VTV) Chávez explicó que la revolución «mandó parar al capitalismo y a la burguesía, y las élites del pasado andan tratando de recuperar el poder», en referencia a Capriles, candidato de la Mesa de Unidad Democrática.
Así, el presidente de Venezuela comentó que le gustaría retirarse tras la candidatura de 2019, que sería su tercer mandato en el poder, pero que haría lo que quisiera el pueblo.
«Mi sueño es llegar a viejo y retirarme en Sabana, a la orilla de un río», confesaba el Gorila Rojo en su último mitin político.
Algunas voces muestran su deseo de que Capriles ponga fin a la «era chavista».
El catedrático chileno Fernando Mires habla en El Universal de la influencia que el Gobierno de Chávez tiene en otros países iberoamericanos, que ya han empezado a imitar su modelo.
«Capriles encabeza un movimiento que desplazaría socialmente a una clase que tiene tomado el Estado (…) la derrota chavista implicaría la vuelta plena a la democratización».
NOTA.- Leer artículo original en ‘La Gaceta’