Según la Constitución venezolana, si Chávez muere o falta 90 días renovables, habría que convocar elecciones presidenciales otra vez
El vicepresidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha viajado por sorpresa a Cuba para visitar, en lo que parece su lecho de muerte, a Hugo Chávez.
El presidente venezolano fue operado en la isla el pasado 11 de diciembre de 2012 al recrudecerse el cáncer que padece.
Tras afirmar que Chávez presenta un cuadro de salud complejo «pero tiene una voluntad de vida gigantesca», Maduro reveló sus intenciones.
«Una vez que termine este acto, apenas termine, yo voy saliendo para La Habana, Cuba, a visitar a nuestro comandante en jefe».
El delfín nominado por Chávez indicó que en su ausencia asumirá el cargo y las funciones presidenciales el ministro de Energía Eléctrica, Héctor Navarro.
«Voy junto a un equipo del Gobierno bolivariano llevó conmigo solidaridad para sus hijas, su hijo, sus nietos, nietas y todos sus familiares, que lo acompañan en la isla».
«¿Qué quieren ustedes que yo le lleve al presidente Chávez? ¿Amor, abrazos, oraciones, fuerza, energía bolivariana, sabor de pueblo, el corazón gigantesco del pueblo bolivariano, de todo el pueblo de Venezuela, la bendición de la Virgen?».
«Le llevo los cantos llenos de ternura, de amor verdadero de un pueblo que hace una revolución amando».
El vicepresidente y también ministro de Relaciones Exteriores estuvo junto a Chávez en Cuba en las tres operaciones a las que debió someterse desde que en junio de 2011 le fue detectado un cáncer, pero no en la cuarta practicada el pasado 11 de diciembre.
Al informar el 8 de diciembre de la reincidencia del cáncer y la necesidad de someterse a una cuarta intervención quirúrgica en 18 meses, Chávez nombró a Maduro como su sucesor en el supuesto de que su condición le impida asumir el 10 de enero próximo el nuevo mandato de seis años que ganó en los comicios del pasado 7 de octubre.
El viaje de Maduro se produce horas después de que la oposición le pidiera difundir el informe médico de Chávez, para determinar si aplica la falta temporal del gobernante, que, según la Constitución, es de 90 días renovables por igual lapso, o la falta absoluta, que obliga a la convocatoria a elecciones en un plazo de 30 días.
Maduro y los chavistas insisten en que a la revolución bolivariana no se le ponen límites y no tienen intención alguna de convocar otros comicios.