El ministro español de Exteriores asegura que sus palabras fueron «medidas» y que se trata de un «malentendido que será aclarado» en los próximos días
El presidente electo venezolano, Nicolás Maduro, ha anunciado este 16 de abril de 2013 que no permitirá mañana, miércoles, una marcha opositora convocada por la oposición para protestar por la proclamación del candidato chavista sin el recuento de los votos.
«Ahora están planteándose para mañana una marcha al centro de Caracas, no se va a permitir la marcha al centro de Caracas, ustedes no van a ir al cetro de Caracas, a llenar de muerte y de sangre, no la voy a permitir».
Maduro también ha atribuido a «turbas fascistas» los disturbios registrados tras su proclamación como vencedor de las elecciones del domingo y ha advertido de que estos incidentes forman parte de un «golpe de Estado» que ya ha sido «derrotado».
«No acatan la Constitución»
«Hoy declaro derrotado el golpe de Estado, con el pueblo y la Fuerza Armada», ha asegurado Maduro, en una declaración televisada durante la inauguración de un centro médico asaltado el lunes por la noche por los «demonios de la intolerancia».
El mandatario electo ha confirmado cinco víctimas mortales por la violencia postelectoral – la fiscal general, Luisa Ortega, elevó poco antes a siete el balance de muertos – y ha mostrado sus condolencias a las familias de estos fallecidos.
Maduro ha atribuido la «responsabilidad» de lo ocurrido a «quienes han llamado a la violencia» y «no acatan la Constitución».
El Gobierno se ha puesto en contacto con la Fiscalía General para que se depuren responsabilidades «al más alto nivel», ha añadido, sin señalar directamente al candidato de la oposición, Henrique Capriles.
«¿Qué hubiera pasado si me hubiera vuelto loco de odio como se volvió el candidato de la burguesía amarilla y hubiese dicho ‘todos a la calle’?».
El sucesor de Hugo Chávez se ha presentado como defensor de la «paz» frente al «capricho de la burguesía» y ha avisado de que no cederá al «chantaje» de la oposición, a la que también ha acusado de preparar «por debajo» una huelga general indefinida.