La operación a la que fue sometida en la mañana de este martes 8 de octubre de 2013 la presidenta argentina Cristina Fernández para tratar su hematoma craneal ha finalizado ya, según ha informado el Gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, alrededor de las 11.35 hora local.
Un portavoz del Gobierno ha detallado que la intervención transcurrió «sin complicaciones» y que la mandataria está ya en su habitación «de buen ánimo» y evoluciona favorablemente.
La Casa Rosada había anunciado el día anterior que la operación se iniciaría a las ocho de la mañana. A las 7.35 (12.35 hora peninsular española), Fernández entró en el quirófano y minutos antes de las ocho y media comenzó a ser operada, según informaron diversos medios argentinos.
Pasadas las nueve de la mañana, el Gobierno difundió un comunicado en su página web donde confirmaba que la presidenta estaba siendo intervenida. La duración prevista de la operación era entre 90 minutos y dos horas.
El plan inicial era anestesiarla de forma general, rasurarle el cabello en la zona de la cabeza en que se localiza el hematoma y drenarle el hematoma a través de un orificio en el cráneo. Durante las próximas 72 horas se recomienda reposo absoluto y a partir del tercer o cuarto día lo más probable es que la paciente pueda moverse sin mayores problemas.
La intervención se decidió de forma sorpresiva después de que el domingo a las 19:30 de la tarde Fernández sintiera hormigueo en el brazo y una pérdida leve y transitoria de fuerza. Eso hizo que un equipo médico de la Fundación Favaloro se desplazara el domingo a la residencia presidencial de Olivos.
La decisión de operarla tomó por sorpresa a la mayor parte de los miembros del Gobierno. Incluso el vicepresidente, Amado Boudou, después de firmar el acta del traspaso, compareció ante la prensa sin saber que la presidenta estaba ingresando en el hospital para operarse al día siguiente.