Había denunciado a la presidenta argentina, Cristina Fernández, y a algunos de sus colaboradores por negociar un supuesto "plan criminal de impunidad" para los presuntos autores del atentado contra la mutual judía AMIA
La puerta de servicio de la vivienda de Alberto Nisman, donde se encontró su cadáver, no estaba cerrada con llave y podría haberla abierto «cualquiera», según el cerrajero que accedió a la vivienda, que siembra nuevas dudas sobre las circunstancias de la muerte del fiscal.
«La puerta de servicio estaba abierta. Lo podría haber hecho cualquiera», explicó el cerrajero, identificado como Walter, tras declarar ante la fiscal que investiga la muerte de Nisman, Viviana Fein.
Walter fue requerido por la madre de Nisman para acceder a la vivienda tras recibir la llamada de la secretaria del fiscal, alertada por los guardaespaldas que se extrañaron porque no respondía al timbre ni al teléfono.
El cerrajero apuntó que no forzó la puerta principal «porque tenía una traba» y decidió entrar por la puerta de servicio.
«Estaba la llave puesta del lado de adentro» pero «con alambrecito» levantó un milímetro las llaves y las empujó hasta que cayeron al suelo y entró en la vivienda con una copia que le facilitó la madre del fiscal, explicó a la prensa.
Una huella y una pisada
En su trabajo, que no requirió más de diez minutos en total, el profesional estuvo acompañado por la madre del fiscal Nisman y por el jefe de bomberos, según su relato.
La Justicia investiga también una huella y una pisada localizadas en el pasillo del piso en que se encuentra el domicilio de Nisman tras descubrir un tercer acceso a su vivienda.
Según fuentes judiciales, el pasadizo comunica el piso del fiscal con otro en un sector en el que están ubicados los equipos de aire acondicionado.
Nisman fue hallado muerto con un disparo en la sien en el baño de su piso en el barrio bonaerense de Puerto Madero a última hora del domingo.
La semana pasada, el fiscal había denunciado a la presidenta argentina, Cristina Fernández, y a algunos de sus colaboradores por negociar un supuesto «plan criminal de impunidad» para los presuntos autores del atentado contra la mutual judía AMIA, que causó la muerte de 85 personas en 1994.
El día en que trascendió su muerte, el lunes, Nisman iba a comparecer ante una comisión del Congreso argentino para explicar su denuncia, basada en escuchas telefónicas que, según él, probaban que el memorándum de entendimiento con Irán, aprobado en 2013, incluía el supuesto encubrimiento de los acusados iraníes a cambio de relaciones comerciales e intercambio de petróleo por granos en el marco de la crisis energética argentina.