Vuelven a las andadas con la sharia bajo el brazo, y la mano presta a cometer la más variada índole de atrocidades sin que nadie se atreva a chistar.
Son los yihadistas de viejo cuño, que esta vez han matado a pedradas a un hombre en Homs, acusándole de tener «una aventura sexual» y de haber hecho lo propio con animales.
ANTE EL PÚBLICO, NIÑOS INCLUIDOS
Las capturas muestran cómo enormes piedras son lanzadas contra la cabeza y el cuerpo de la víctima, mientras decenas de testigos -niños incluidos- asisten a la sanguinaria práctica.
Con los ojos vendados y sus manos atadas en la espalda, rodeado de guardias de ISIS armados y con una fosa cavada frente a sus pies, el sentenciado recibe el castigo hasta morir bajo la sed de sangre de los radicales que se han ensañado con él.