Esta crisis comenzó el 14 de abril cuando once militares murieron en un ataque de las FARC en Buenos Aires
En su primera entrevista desde el comienzo de las negociaciones, concedida al veterano periodista Juan Gossaín y que será emitida esta noche por el Canal Institucional, el jefe del equipo negociador del gobierno colombiano, Humberto De la Calle, explicó que la actual oleada de ataques de la guerrilla ha mermado el apoyo al diálogo y hace que cunda «la desesperanza» entre los colombianos.
«Y nosotros tenemos que tener la honestidad de decirles a los colombianos que el proceso de paz está en el peor momento desde que iniciamos las conversaciones»,
agregó.
De la Calle se abstuvo de fijar plazos a la negociación, pero advirtió que «el proceso está llegando a su fin, por bien o por mal».
«Sea porque logremos un acuerdo, ya que estamos trabajando en la recta final de los temas de fondo. O por mal, si, como está ocurriendo, la paciencia de los colombianos se agota. El riesgo es real»,
enfatizó.
Esta crisis comenzó el 14 de abril cuando once militares murieron en un ataque de las FARC en Buenos Aires, departamento del Cauca (suroeste), lo que llevó al presidente Juan Manuel Santos a ordenar la reanudación de los bombardeos a campamentos de esa guerrilla, lo que causó la muerte a cerca de medio centenar de rebeldes.
Esa situación también desembocó el 22 de mayo en la suspensión del cese el fuego unilateral iniciado cinco meses antes por las FARC, que lanzaron entonces una ofensiva terrorista que se ha centrado en la infraestructura energética y petrolera. Consecuencia de esos ataques, el medioambiente y millones de personas se han visto castigadas.
«Quiero decirles a las FARC con toda seriedad: esto se puede acabar. Algún día es probable que no nos encuentren en la mesa de La Habana»,
alertó el jefe negociador, quien consideró «insoportable» para los colombianos lo que está ocurriendo. En este sentido, De la Calle envió un mensaje a la guerrilla:
«¿Usted cree que si esto fracasa va a haber otro gobierno que reemprenda conversaciones? A las FARC también se les agota su tiempo militar y su tiempo histórico».
Preguntado por las penas que deberán afrontar los guerrilleros si se firma la paz, De la Calle destacó que la situación ha cambiado con respecto a otros momentos históricos ya que ahora existen el Tribunal de Roma y la Corte Interamericana, por lo que «no se pueden suspender la totalidad de las penas». Agregó que «el país exige justicia sin amnistías generales» y que «las víctimas merecen justicia».
Sin embargo, pese a las advertencias, De la Calle abrió la puerta a declarar un cese el fuego aún antes de la firma de un acuerdo de paz, «en la medida en que sea serio, bilateral, definitivo y verificable, siempre y cuando tengamos la garantía de que ellos (las FARC) asumen su responsabilidad en materia judicial y verificación nacional e internacional».
«Si quieren un cese el fuego, el Gobierno está dispuesto a anticiparlo, para lo cual son fundamentales las zonas de concentración (donde se reúnan los guerrilleros). Ese es el camino»,
dijo,
aunque aclaró que hay una gran dificultad en este punto porque en Colombia «hay otras fuentes de violencia, distintas a las FARC» y la Fuerza Pública no puede estar «quieta».