El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, pidió este sábado a Estados Unidos la extradición del opositor imán turco Fethüllah Gülen, a quien acusa de estar detrás del fallido intento de golpe, para ser juzgado.
«Estados Unidos: debe extraditar a esa persona», dijo Erdogan en un discurso ante miles de partidarios en Estambul, en referencia a Gülen, quien vive en Pennsylvania desde 1999 y negó toda implicación en el intento de golpe del viernes.
En efecto, a poco de que las imágenes del golpe empezaran a circular, su organización de seguidores emitió un comunicado en el que se rechazaba de forma categórica lo que estaba sucediendo.
Y más tarde, el religioso se defendió con un comunicado propio: «Como alguien que sufrió bajo múltiples golpes militares durante las últimas cinco décadas, resulta especialmente insultante ser acusado de tener alguna relación con este intento. Niego categóricamente tales acusaciones».
Por su parte, el secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry, instó a las autoridades de Turquía a presentar pruebas contra el Gülen, al tiempo que se comprometió a que EEUU ayudará a Ankara en la investigación sobre el golpe de Estado fallido.
En el momento de las declaraciones, aún no existía el pedido de extradición en contra del clérigo.
El levantamiento militar fue sofocado con un saldo de 265 muertos y 1.400 heridos, mientras que unos 2.839 militares han sido detenidos.