No gana para disgustos el antaño todopoderoso Lula da Silva, ahora en la cárcel aunque peleando como una fiera por ganar la presidencia en las próximas elecciones brasileñas.
La Fiscalía brasileña ha acusado formalmente al ex alcalde de San Pablo Fernando Haddad de enriquecimiento ilícito.
El Ministerio Público sostiene que el compañero de fórmula de Lula da Silva tenía un «control total» sobre el pago de UTC Engenharia de 2,6 millones de reales (un poco más de 635 mil dólares) a la campaña de 2012 del Ayuntamiento.
En la acción, el fiscal Wilson Tafner exige el bloqueo de bienes por un valor de 15,1 millones de reales (poco más de 3.600.000 dólares) en concepto del resarcimiento por el daño causado. También pide el cobro de una multa y la suspensión de los derechos políticos de Haddad.
La acción pide la condena de otros seis acusados, entre ellos, José de Filippi Júnior, ex secretario de Salud en la gestión del político del Partido de los Trabajadores en San Pablo (2013-2016).
Fernando Haddad es el candidato a vicepresidente en la fórmula encabezada por el ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, que puede ser impugnada por la Justicia.
La elección de Haddad fue propuesta por el propio Lula, en una carta enviada a la directiva del PT desde la sede de la Policía Federal en la ciudad de Curitiba, donde está preso desde el pasado abril tras haber sido condenado a doce años por corrupción.
La directiva del PT aprobó la propuesta tras una reunión que duró unas cuatro horas y fue realizada un día después de la proclamación de la candidatura presidencial de Lula para las elecciones de octubre próximo, pese a su delicada situación y a que se enfrenta todavía a otras cinco causas penales en los tribunales.
Haddad podría reemplazar a Lula si este fuera vetado por la Justicia y entonces su lugar como aspirante a vicepresidente sería ocupado por Manuela D’Ávila, candidata presidencial del Partido Comunista do Brasil (PCdoB).
Haddad, de 55 años, abogado y con un doctorado en Ciencias Políticas, fue ministro de Educación entre 2005 y 2012, durante la gestión de Lula, y en 2013 fue elegido alcalde de San Pablo, cargo que no logró retener en las municipales de 2016, en las que fue derrotado por el socialdemócrata Joao Doria.