Diosdado Cabello lo volvió a hacer, como parte de la rutina de su discurso violento, cargó en contra de los emigrantes venezolanos. El presidente de la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente inventada por el chavismo, ahora espetó que los venezolanos que han huido del país durante los últimos años lo han hecho por «moda» y porque irse de su país, abandonar la familia y las costumbres «parecía que daba estatus». (Diego Arria desvela todos los detalles del caso Venezuela ante el Consejo de Seguridad de la Naciones Unidas)
«Cogieron una moda terrible (…) parecía que daba estatus (decir) ‘yo tengo un hijo que se fue para Perú, mi hermano se fue para Colombia’, (emigrar) se convirtió en una moda», manifestó el dirigente chavista durante una jornada del tercer congreso de la juventud del partido de gobierno (PSUV).
En su discurso, Cabello parece demostrar dos cosas, la primera es la gran frustración que le genera no poder salir de Venezuela porque inmediatamente sería detenido y enviado a una prisión estadounidense, y la otra, que para la cúpula chavista salir del país les genera sensación de tener mayor estatus social.
Según Cabello, quienes emigraron fueron influenciados por «un gran plan de desestabilización mental» urdido por «la derecha», un sector al que el régimen chavista acusa de casi todos los males del país, al tiempo que negó que haya una «fuga de cerebros» -profesionales- porque, aseveró, «los mejores» se han quedado en Venezuela. (Trump evaluó la opción del golpe a la dictadura de Maduro)
«Los mejores están aquí, luchando todos los días, trabajando todos los días, no rindiéndose ni un instante», indicó el dirigente oficialista.
Según el Parlamento, de mayoría opositora, cerca de 4 millones de venezolanos ha huido en los últimos años para escapar a la severa crisis económica y política que atraviesa el país, y que se refleja en escasez e hiperinflación.
El masivo desplazamiento de venezolanos provocó alertas en varios países de la región y que la Organización de Estados Americanos (OEA) creará un grupo de trabajo dedicado a estos inmigrantes, que estará dirigido por el alcalde venezolano, y perseguido político de la dictadura, David Smolansky.
Con todo, el régimen de Maduro ha dicho en las últimas semanas que este flujo migratorio es «normal» y ha denunciado presuntas campañas de xenofobia contra venezolanos en países como Colombia y Perú, cuyos gobiernos son críticos con Venezuela. (El Parlamento venezolano pide al papa Francisco que interceda por los presos políticos del régimen de Maduro)
