El tirano venezolano, Nicolás Maduro, participó este miércoles 26 de septiembre de 2018 a la 73º sesión de la Asamblea General de la ONU. No sin antes mantener un conjunto de reuniones con los países aliados de la dictadura, entre ellos Hasan Rhani, presidente de Irán, Serguéi Lavrov, ministro de exteriores ruso, así como con el primer ministro de Jamaica, Andrew Holnes (Trump: “Todas las opciones están sobre la mesa” para salir de la tiranía de Maduro)
El discurso de Maduro estuvo centrado en negar la crisis humanitaria que padecen los venezolanos, pero aseguró que tiene toda la disposición para «estrechar la mano del presidente de Estados Unidos y dialogar». En este sentido, además afirmó que:
A pesar de las diferencias históricas, ideológicas y sociales», se reuniría con Donald Trump: «Estoy dispuesto a hablar con agenda abierta sobre todos los temas que quiera hablar (…) Creemos en el diálogo político, como la forma de solucionar los conflictos
Pero como es la costumbre comunista, habló del enemigo externo, acusando al gobierno de Trump de mantener una campaña de «agresión permanente» contra Venezuela «para justificar una intervención militar» y rechazó las sanciones impuestas por el Departamento del Tesoro norteamericano en contra del círculo cercano de Maduro, además de intentar engañar diciendo que dichas sanciones eran en contra de Venezuela. (La amenaza de Maduro ante una intervención de Estados Unidos: «Vietnam se quedaría corto»)
«Ayer el presidente de Estados Unidos anunciaba nuevas sanciones económicas y financieras contra nuestro país, precisamente en el santuario de la legalidad internacional». Asumiendo que ello sería una demostración de que «En lo económico, Venezuela ha sido sometida a políticas unilaterales, de persecución, de bloqueo económico… Se nos ha impedido la utilización de la moneda internacional, el dólar»
Acerca de la crisis humanitaria sin precedentes que padecen los venezolanos, la volvió volvió a negar, señalando que es un invento «del imperio» con un fin intervencionista: «.
«El New York Times publicó elementos probatorios de la participación de funcionarios de la Casa Blanca en reuniones para favorecer un golpe de Estado militar y provocar un cambio de gobierno, un cambio de régimen, en Venezuela»… «ello demuestra que Venezuela es sometida a una agresión permanente en lo mediático para justificar una intervención internacional que se ha pretendido, una intervención militar».(Un Donald Trump sin miedo ofrece una reunión a Nicolás Maduro)
Y como era de esperarse, recordó el presunto «atentado terrorista» que sufrió el pasado 4 de agosto durante un acto militar en Caracas. «fue planificado y financiado desde Estados Unidos». Solicitó «una investigación independiente» de la ONU y hasta llamó al FBI a hacer su propia investigación sobre lo sucedido: «Están abiertas las puertas de nuestro país, de nuestro sistema judicial».
