El régimen de Nicolás Maduro ha implementado la desesperada ‘Operación Bachelet’ para intentar ocultar todo rastro de tortura y abuso de poder por parte de sus fuerzas de seguridad contra los presos políticos y contra la población civil en general. La periodista venezolana Sebastiana Barráez ha logrado conocer cómo está actuando el SEBIN y la Dirección General de Contrainteligencia Militar para evitar que la Comisionada de la ONU, Michelle Bachelet, descubra los peores secretos de la dictadura venezolana.
¿Cómo fueron los preparativos del Sebin para recibir la visita de Michelle Bachelet?
Desde el martes 18 de junio se activó la operación especial en el SEBIN de El Helicoide, que debieron llamar ‘Operación Bachelet’. La misma consistió en operativos de limpieza, pintura, agua, fotos, videos en la que hubo un inusual operativo médico para comprobar el estado de salud de los pacientes.
También llevaron a los detenidos a llamar por el teléfono público que hay dentro de las instalaciones. Todo eso fue grabado, para hacer videos. También les llevaron al gimnasio a que hicieran ejercicios mientras les tomaban fotografías que mostrarían a la expresidenta de Chile.
En El Helicoide nunca hay agua;los detenidos la compran a través de las cisternas. Ayer por arte de la magia apareció el vital líquido. También hubo cambios en la enfermería, que usan para relaciones conyugales, y que la arreglaron de tal manera que cualquier hospital la envidiaría.
Finalmente, todos los detenidos, aún aquellos que permanecen presos teniendo boleta de excarcelación, fueron obligados a ser grabados y a decir que allí todo funciona de maravilla y que el trato humano que se les da es envidiable.
¿Cómo han intentado ocultar las marcas en los presos torturados?
Algunas de las marcas de los presos no ha sido posible ocultarlas. Aunque hay pruebas de que hay presos políticos torturados físicamente, no se trata de todos. Muchos de ellos también han sido víctimas de torturas psicológicas.
El hecho de que un detenido sea sometido a hacer sus necesidades fisiológicas en una bolsa de plástico, les tengan dentro de una habitación con las luces siempre encendidas y sin acceso al sol, que no le permitan el uso de libros y que estén en lugares aislados o que fueran amordazados son también un tipo de tortura que Michelle Bachelet podrá notar si habla con ellos.
¿Qué otras instituciones han intentado maquillar la situación del régimen de Maduro?
La Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) también ha maquillado la situación a través de los cambios en sus sedes y el traslado de los detenidos más sensibles para demostrar casos de torturas. Ésto a sido denunciado por los propios familiares de los presos políticos.
Por ejemplo, hay evidencias de torturas en el caso de la pareja del General Rodríguez Torres, quien sigue en la sede de la DGCIM, aunque de él nadie sabe dónde está. En este sentido, se ha creado condiciones para evitar que se vean las atrocidades cometidas por este cuerpo, aunque desconocemos si ella podrá ir a los sótanos para observar lo que ahí ocurre.
¿La reciente liberación de presos políticos está relacionada con el lavado de imagen o fue pactado previo a la visita?
Liberar presos políticos es una modalidad del régimen de Nicolás Maduro siempre que hay un evento o una visita, como fue la Comisión de Avanzada que envió la propia Bachelet. Lo que también ocurrió en el caso del motín en El Helicoide o con la muerte violenta del concejal opositor Fernando Albán, por lo que sólo sirve como un instrumento utilizado por el Gobierno ya que sabe que la oposición y otros sectores políticos son sensibles con este tema.
Una de las condiciones que puso Michelle Bachelet fue la de visitar a los presos políticos, de ahí que el régimen se apresuró a liberar a algunas de las figuras más emblemáticas como fue el caso de Gilber Caro, aunque no ocurrió lo mismo con otros de los que también se esperaba su liberación.
¿Hay rumores de un nuevo alzamiento?
La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) se caracteriza por la conspiración y por el fantasma de los levantamientos militares y ahora no es la excepción. Por el contrario, se ha profundizado y no es casual que hay cerca de 200 militares detenidos por causas políticas y a los que se les culpa de conspiración, traición a la patria e instigación a la rebelión por sólo la sospecha de su participación en movimientos de alzamiento.
A pesar de la férrea vigilancia, a lo que se suma el factor cubano, siguen registrándose en el interior de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) movimientos de conspiración. De ahí que exista tanto nerviosismo en el marco del acto de los ascensos dentro de la institución y que ha sido adelantada para ganar adeptos.