Más información
Periodista Digital América (PD América) adelantó, en exclusiva, que la Embajada chavista de Venezuela en Madrid había fichado a un dirigente de Izquierda Unida para ayudarle a mejorar la imagen de la dictadura de Nicolás Maduroen España y reducir el impacto de las sanciones de la Unión Europea. El ‘fichaje estrella’ fue Juancho Santana, quien fue el portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Majadahonda (Madrid).
Fuentes cercanas a la Embajada han confirmado que el pago destinado a Juancho Santana será destinado «desde Presidencia, lo que ha generado una gran molestia interna. Muchos de los empleados han aguantado meses sin cobrar por apoyo al chavismo o porque, simplemente, no les queda otra opción. Sin embargo, no entienden que para algunas cosas sí tengan plata [dinero] y para otras no».
Como ha logrado comprobar Periodista Digital América, Juancho Santana ya se encuentra trabajando de forma constante en la embajada del chavismo en Madrid, lo que ha permitido tener acceso en exclusiva a imágenes del representante de Izquierda Unida tanto en su lugar de trabajo como en los alrededores de la Embajada.
Asimismo, también se ha logrado tener acceso al control de las horas trabajadas cada día, donde aparece el horario que cumple y sus respectivas firmas. El documento, al que ha tenido acceso Periodista Digital América en exclusiva, es una prueba más de su contratación por parte de la Embajada de Mario Isea, así como del descontento interno. «Viene a trabajar cuatro horitas y es uno de los pocos que logra cobrar sin ningún problema, mientras que el resto tenemos que hacer malabares para salir adelante», afirman fuentes de la delegación diplomática.
Amante del chavismo
Desde su propio partido político han confirmado a PD América que, tras pasar 12 años como portavoz de IU en el Ayuntamiento de Majadahonda, Santana se desempeñará como analista político en la Embajada chavista de Venezuela en Madrid. No se trata de un movimiento insólito, debido a que el dirigente de izquierdas ya se había desempeñado desde 2007 hasta 2012 como parte del equipo del representante bolivariano Mario Isea, por lo que ha pasado siete años fuera de la Embajada «porque estaba en excedencia».
Ahora bien, las excedencia tienen un plazo máximo de cuatro años, por lo que en este caso estaría vencida y su regreso no respondería al interés de la Embajada ante las presiones internacionales que está sufriendo el régimen chavista. En este sentido, asumirá el reto de disfrazar de democracia a la dictadura de Nicolás Maduro, así como intentar mover los hilos de la política española para influir en las sanciones de la Unión Europea contra el régimen.
Con la renuncia de su acta, Santana deja atrás un salario anual de 55.800 euros, una oferta que se prevé que será igualda e incluso mejorada por la delegación diplomática chavista.