A lo largo de muchos comentarios y análisis he sostenido como otros, que los procesos no admiten, no soportan, dos cabezas. Las “revoluciones” por muy falsas que estas sean, no pueden tener dos protagonistas. Dos héroes. Es un juego solitario donde solo uno puede prevalecer.
Uno de los mejores ejemplos lo observamos históricamente en la revolución independentista de Venezuela. Bolívar salió por una u otra razón de Miranda, de Piar, eludió a San Martín, enfrento a Santander y no pudo con Páez, aunque este encontró también su vara a la medida. Igual sucedió entre el “cabito” Castro y Gómez. Pérez Jiménez y Delgado Chalbaud.
Una de las pocas cosas que he escuchado de algunos políticos, por ejemplo de Leocenis García, es que el sistema o lo regido en Venezuela, acabará por obra y gracia de los mismos chavistas. Una implosión. Yo también lo he creído, aunque con algunas variables. No se trata de un sector “chavista bueno”. No lo hay. Es sencillamente un debate histórico en cuanto a un problema de poder.
Eternamente han coexistido pugnas de poder en el chavismo. Durante y después de Chávez. La decisión de este último de reposar la cabeza visible del poder, en el más incapaz de sus secuaces solo ha incrementado las fricciones.
Desde hace mucho, se trata de NICOLÁS VS DIOSDADO. El primero es un accidente, hijo del “maquiavelismo cubano”. El segundo es coautor, reclamante de sus derechos de patente como 4F. Los cubanos nunca depositaron su confianza en el teniente Cabello. Jamás lo sintieron de ellos, por más gritos de MAZO dados por Diosdado. Cuando Rodríguez Araque y German Ferrer, hicieron el lobby con Fidel para introducir a un Chávez carente de una visión global, lo advirtieron claramente. Todo estaba escrito. Dos sicópatas políticos se encontraron. La historia ya la conocemos.
Maduro ha jugado desde el 2013 desviando la atención sobre su desastre de gestión, en especial lo económico. Ya se acabaron las excusas. El cuento del bloqueo se agotó. La propia Cuba está muy preocupada, de retruque para ellos los efectos son terribles.
Quienes manejan los hilos del poder, siguen deshojando la margarita de la opción militar.
Ni Milicianos, ni cubanos, ni rusos. No coman cuento. El día que los Estados Unidos lo decida, no habrá fuerza humana capaz de impedir la toma de la nación. Diosdado lo sabe aunque no lo diga. Por tanto, negociar para él no es una posibilidad. Es una realidad. Es un mandato.
Diosdado ha recorrido el PSUV nacional. Él es la voz y líder de su partido. Mucho o poco.
La inteligencia del Gobierno de Trump conoce perfectamente de esta situación. “El Pollo” Carvajal entre otros, ha terminado de afinar sus conocimientos. Según “El Pollo”, Diosdado lo entregó una vez y él está dispuesto a “cobrarle” este favor. Esto sugiere que la mayor amenaza para el gobierno de Maduro está dentro de la revolución bolivariana, socialista y anti-Estados Unidos que Chávez le encomendó dirigir”.
El tema de hacer elecciones es claro. No es solo por el asunto de las sanciones. Maduro fiel a las enseñanzas de Fidel debe “deshacerse de las elecciones burguesas” porque estas pueden dar al traste con la mencionada revolución bolivariana.
Lo triste de todo es que no será la “pobreza”, ni la ineficiencia, ni siquiera la grosera corrupción la que acabará con este sistema criminal de gobierno. Si eso fuera cierto, desde hace tiempo se hubiese terminado.
Es el deseo de SOBREVIVIR a como dé lugar, de un sector, de un dominio, dispuesto a entregar a otro para sostenerse. Los Estados Unidos en principio, lo aceptará. Luego vendrá el momento de enderezar las cargas.
Como dice el Libro Eclesiastés, tiempo para llorar, tiempo para reír. Sin saber cuándo, a Maduro y/o a Diosdado, se le acabó. ¿Quién será el primero? Interesantes análisis seguirán apareciendo.
Diosdado no solo está ganado a hacerlo, además de no ser la primera vez. Es su única salida ¿O él o Nicolás? Este último tampoco es “mocho” y no hay nada más didáctico sobre política que ejercer la jefatura de Estado.
Por ahora y sin garantías seguirán vendiendo la unidad. Algunos ilusos analistas compran ese argumento. No es cierto histórica ni políticamente. La diferencia es la coyuntura. La actual obliga.
SE FUE EL 2019 Y NO PASÓ AUNQUE ¿VAMOS BIÉN?
Los defensores de Guaidó, (se ofenden y me insultan cuando les digo Guaidolovers, de verdad yo no lo hacía como insulto, pues no considero que seguir a alguien sea motivo de ello, al parecer otros si lo piensan) ahora buscan la reelección en la Presidencia de la Asamblea Nacional. No entiendo por qué adelantan escenarios. Lo que sí creo es lo obviamente observado: NO HUBO CESE DE USURPACIÓN, NI GOBIERNO DE TRANSICIÓN NI ELECCIONES LIBRES. Los hechos lo demuestran. A mí como a muchos venezolanos que residimos en Venezuela, nos preocupa. Yo quisiera que la realidad fuera distinta. El problema es que haciendo lo mismo, solo se repiten errores.
Desde enero Guaidó lo sabía. Insisto. Nunca jugó a ser Presidente “interino”. Para ostentar y ejercer tal condición requería de otros condicionantes inexistentes aún. Por lo que él y sus aliados concibieron un plan a corto, mediano y largo plazo. Puedo incluso compartir lo licito de eso, lo que para mí es imperdonable es la expectativa creada.
Dentro de la oposición aunque Guaidó luce imbatible por las eternas firmas consultoras, en una eventual elección, la pugna con Leopoldo López sigue in crescendo. Aquí también quedara uno de pie y otro enterrado o sentado, esperando su turno.
¿CON MADURO CANDIDATO?
Recientemente el periódico El Independiente de España, entrevisto a Guaidó. Allí resalta una parte vital en toda la problemática de la usurpación y de la transición. Le preguntaron si iría a elecciones con Maduro en el poder y con Maduro como candidato. Guaidó respondió así: “R.- Sería una decisión del partido PSUV (Partido Socialista Unificado de Venezuela). Maduro es el candidato peor valorado del régimen. Según Datanálisis, si hubiera ahora presidenciales, ganaríamos por 83% frente al 17%. Sería una decisión del régimen, siempre y cuando no esté usurpando funciones”. ¿Todavía usted duda que Guaidó lo sabe?
QUO VADIS
Hemos ido de falsos escenarios a otros falsos escenarios. Este sistema criminal de gobierno, en esta Venezuela “somalizada”, no tiene ni la más remota idea ni ganas, de salir por las “buenas” o por la vía electoral.
La MUD, el G4 y el Frente Amplio también lo saben.
La única elección a la vista es para principios del año que viene con la ASAMBLEA NACIONAL, bajo las condiciones de la dictadura. Se negocian otras variables y por ello las maquinarias se mueven para prepararse en una eventual contienda.
¿Vale la pena acudir, dar la pelea, participar? En su momento lo analizaremos. Para mí en principio no, sin embargo, por empatía me pongo en el lugar de mis paisanos ¿Y entonces que hacemos?
AUN HAY TIEMPO: CESEN LOS NEGOCIOS Y CONCRETEN RESULTADOS
Para rectificar. Enderezar el rumbo y entender que en las crisis, como dice un coach y seo organizacional, unos lloran y otros hacen pañuelos para vender. En nuestro caso, creo que ya es hora de no seguir vendiendo e invertir en resultados.
No lo afirmo ni lo niego. Estamos verificando. Un rio de rumores corre en torno a una denuncia en contra del representante de Guaidó en la capital estadounidense. Verdad o mentira, amerita una aclaratoria. Sobre su participación en los bonos, muchos comentarios se hicieron. El tema de las AYUDAS y de las ONG para tratar el caso de los refugiados vía Colombia es otro.
MONÓMEROS, OTRO GUISO EN COLOMBIA
Un venezolano, de gente del petróleo, residente en Colombia me envía un comentario de Alexis Ortiz: JON BILBAO ORGULLO DEL GENTILICIO VENEZOLANO. Durante más de 30 años, hasta que el comediante eterno Hugo Chávez lo boto arbitrariamente, trabajo con eficiencia y pasión Jon Bilbao en la industria petrolera venezolana. Con talento y responsabilidad ocupo cargos gerenciales claves en Lagoven, Corpoven, Pequiven y la propia casa matriz de PDVSA. Este cúmanes, ingeniero químico y aficionado al montañismo, recientemente fue colocado al frente de la empresa mixta colombo-venezolana MONOMEROS. En pocos meses, gracias a su experiencia gerencial y liderazgo, puso en el camino de la recuperación a esa empresa que le entregaron estancada. Pero de repente Jon Bilbao apareció destituido de la gerencia de Monómeros. Nadie sabe cuándo, ni por qué, ni por quién. Se trata de una situación confusa y enojosa que conviene aclarar cuanto antes. Por lo pronto reconocemos a Jon Bilbao como un venezolano paradigmático. Ojala pueda conocerlo personalmente pronto, para expresarle mi admiración y afecto. En este caso de Bilbao la transparencia es lo mejor. Además, el Libertador decía que “A la sombra del misterio no trabaja sino el crimen”. FIN DE LA CITA.
El Presidente Guaidó sabe porque sacaron a este hombre. ¿Por qué callarlo? Esto no salió del G2 cubano ni sus similares, lo dijeron muchos de Gente del Petróleo. ¿Qué hay detrás de esta destitución?
Guaidó tomó el control de Monómeros, una empresa billonaria en Colombia, a sotto voce se dice que “LÍDERES POLÍTICOS” presionaron para colocar gerentes y buscar contratos. Ante la negativa de Bilbao optaron por sacarlo. No quiero creer que eso tuvo el aval de Juan Guaidó, el problema es que utilizaron su nombre.
Todo indica que no ha cesado la corrupción, ya descomunal y grosera de estos 20 años de criminal gobierno, y el único gobierno de transición que se ha iniciado es el mencionado de los negocios donde aparecen involucradas figuras de Voluntad Popular y otros partidos.
Prefiero pedir perdón a pedir permiso, no quiero tan solo un cambio de gobierno, los venezolanos honestos no nos conformamos con eso de que “después que lo saquemos” resolvemos. Repito: Así decíamos con CAP, que resultó una ninfa romana al lado de los demonios que llegaron. No es cuestión de comparar, usted lo sabe señor Presidente Guaidó. Callar, ocultar, omitir con conocimiento, nos hace tan culpables como ser sujetos de la acción.
Sígueme en twitter e Instagram como @angelmonagas. De lunes a viernes por Gustosaradio.com 6:30 am Hora USA CENTRO y 7:30 am Hora Miami Venezuela.