Nicolás Maduro sigue intentando ponerse la máscara de demócrata. A través de un paripé celebrado en La Casa Amarilla, el dictador bolivariano llegó a un supuesto acuerdo con los representantes de la oposición venezolana. Sin embargo, hubo un problema: no había ningún representante real del gobierno interino de Juan Guaidó. Un ‘show’ que nadie se tomó en serio y que sólo ha demostrado, una vez más, la capacidad de manipulación del régimen bolivariano.
La periodista Ibéyise Pacheco reveló en su cuenta de Twitter los presuntos negocios turbios detrás del show que el chavismo dramatizó en La Casa Amarilla junto a dirigentes políticos de partidos minoritarios de la disidencia, desmarcados de la administración del presidente encargado Juan Guaidó.
A continuación, la denuncia íntegra publicada por Pacheco:
Con los mismos actores del 20 de Mayo, el régimen intenta legitimar a Maduro ante el país y la comunidad internacional. Es una operación que cuesta mucho dinero y para la que también activaron a empresarios que se vienen favoreciendo de contratos con la dictadura. Voy con hilo
Rostros políticos alejados hace mucho de lo que es hacer oposición, asistieron a la Casa Amarilla. Fueron representantes de Avanzada Progresista, MAS, Cambiemos y Soluciones, grupos que aliados no llenan un mediano salón de fiestas. ¿Quiénes son? ¿Quiénes están detrás?
El plan desvelado hoy, oficializa la pretensión de hacer elecciones fraudulentas para sustituir la legítima AN con miembros del Psuv y con estos grupos que comen de la mano del régimen y de empresarios aliados. El Psuv regresa a sesionar. De pronto, la AN ya no está en desacato.
El financista articulador de esta operación es el empresario Raúl Gorrín quien ha colocado a disposición de los farsantes, dinero y a Globovisión. Ya los verán en pantalla. Gorrín no es el único. Cada rostro tiene detrás a alguien. Personajes conocidos con abultadas cuentas.
Timoteo Zambrano juega al alimón con los hermanos Rodríguez y de manera especial con Delcy, operadora de alguien que no tarda en aparecer: José Luis Rodríguez Zapatero, pernicioso ser que tanto daño ha hecho al país. Ayer también estaba Claudio Fermín.
Lo de Claudio Fermín es de vieja data. La silla la ocupa su cuerpo pero él es cuota de Diosdado Cabello o en su defecto del empresario Julio Makarem señalado por manejar cuentas y demás intereses a Diosdado. Tras el MAS es fácil saberlo: están Samark López y Tarek El Aissami.
Algunos no mostraron su cara ayer pero están en la jugada. Faltó Henri Falcón que mandó a uno de su partido. También se guardaron Eduardo y Pedro Pablo Fernández, el padre y el hijo. Tras ese equipo saltan los nombres de Wilmer Ruperti (Maduro) o Rafael Sarría (Diosdado).
El show de hoy podría haber sido considerado sin problema, una reunión ejecutiva del Psuv. Este teatro viene ensayándose desde hace unas 10 semanas. Se han reunido semanalmente en diferentes lugares.
Las reuniones con los Fernández han sido en una sala ubicada por los lados de la rampa 4 en Maiquetía. Trato especial para ellos. Se hacen esperar porque ofrecen “el peso histórico” de su tarjeta. Otras áreas de encuentro han sido en Puerto Ordaz, la Casa Amarilla o Fuerte Tiuna.
Las aspiraciones de los asistentes son diversas. Fuentes cercanas al régimen protestan por que aspiran demasiado por el hecho de cohabitar con la dictadura y fingir que son opositores. El colmo es que otros insignificantes grupos están pidiendo cita. Tarifas en moneda extranjera.
Esta sucia operación hay que atajarla. Y para ello se exige dejar a un lado mezquindades y aspiraciones que han conspirado contra el reconocido liderazgo de
Juan Guaidó. La trampa fue detectada de inmediato por el cuerpo diplomático que se retiró al ser convocado bajo engaño.Es así como representantes de Europa, Japón y Chile habían sido invitados a la Casa Amarilla para conversar sobre asuntos internos. Solo se quedó el Nuncio Apostólico, Aldo Giordani, sin sorpresas.
Además de darle un piso de legitimidad a Maduro, el motivo de la desesperación de los miembros del régimen tiene una sola palabra: sanciones.
Hay que seguir. Urgente es organizarse. Además de hacer política. Con audacia, coraje, fuerza e inteligencia.