El chavismo no sólo saquea las cuentas públicas, sino todo lo que esté a su alcance. Las autoridades de EEUU se encuentran investigando el presunto robo de varias obras de arte europeo y latinoamericano por parte de funcionarios chavistas en la embajada de Venezuela en Washington.
El Departamento del Tesoro solicitó la colaboración del FBI para localizar las obras de arte desaparecidas. Entre ellas, hay tres obras maestras que decoraron por décadas la residencia del embajador venezolano en Washington, sin embargo, cuando Carlos Vecchio, embajador venezolano, llegó a la residencia, no estaban. «Esta es la punta del iceberg», dijo Vecchio, embajador de Venezuela. Señaló un marco de madera vacío aún colgado en una pared sobre la chimenea en la sala de estar de la residencia del que cree fue sacado uno de los lienzos desaparecidos. «Si están haciendo esto acá puedes imaginar qué están haciendo en nuestro país».
Todas estas pinturas desaparecidas están valoradas en cerca de un millón de dólares. Sin embargo, su verdadero valor es el patrimonio cultural de Venezuela. Expertos aseguran que pueden perderse «en medio del caos» que padece el país.
«El daño moral es enorme», aseguró María Luz Cárdenas, antigua curadora principal del Museo de Arte Contemporáneo en Caracas. «Hay una generación entera que no va a tener memoria porque está siendo negada a una conexión espiritual con su patrimonio que sólo el arte puede proveer», señaló Cárdenas.
El esfuerzo recuerda a la Segunda Guerra Mundial, cuando la Oficina de Control de Fondos Extranjeros del Ministerio del Tesoro rastreó obras de arte propiedad de judíos robadas por los nazis.
En el caso de Venezuela, las crecientes sanciones financieras de Estados Unidos están dificultando de manera similar que el régimen de Maduro y sus allegados tengan acceso a instituciones financieras de occidente. El mercado de arte, oblicuo y no regulado, es considerado un medio ideal para almacenar ingresos ilegales de corrupción que el Congreso controlado por la oposición calcula que ha llegado a 400.000 millones de dólares en años recientes bajo el gobierno socialista.
«No hay razones para pensar que se lo hayan llevado, pero hay un silencio alrededor de ellos, una censura de información que nos hace dudar dónde están las obras maestras», dijo Cárdenas.