El País está intentando bailar el agua al régimen de Nicolás Maduro. En las últimas semanas, el Grupo Prisa ha mostrado un especial interés en cierto tipo de informaciones sobre Venezuela: por ejemplo, las fotografías de Juan Guaidó con miembros de un grupo criminal. Ahora, a la espera de las nuevas ‘filtraciones’ de Diosdado Cabello en su programa de televisión, el diario intenta dar un nuevo aire a la dictadura venezolana con hechos ocurridos a principios de 2019: El fallido acceso de la ayuda humanitaria a través de la frontera con Colombia y la quema de los camiones por, presuntamente, integrantes de la oposición venezolana.
El defensor del lector de El País, Carlos Yárnoz, ha publicado el artículo ‘Bombas durmientes’, donde escudándose detrás de la publicación de ‘The New York Times’ desentierran la polémica de quién quemó los camiones con ayuda humanitaria. Eso sí, se centra en un aspecto puntual y lo saca de contexto, por lo que adopta el discurso del régimen de Nicolás Maduro y pone en un segundo plano los verdaderos motivos que llevaron a la necesidad de llenar la frontera colombo-venezolana con alimentos y medicinas. De ahí que defensores del chavismo como Arantxa Tirado, la ‘Pablo Iglesias del chavismo catalán’, use el artículo publicado en El País para atacar la lucha contra la dictadura bolivariana.
«Más extraño fue que el periódico no rectificara la frase del editorial. El Defensor tiene como norma no entrar a comentar, y mucho menos valorar, los contenidos de los editoriales, que expresan la opinión del periódico y, por tanto, son responsabilidad última de la directora, si bien son anónimos por su propia naturaleza. Si lo hago excepcionalmente esta vez es porque me refiero no a un punto de vista, sino a un hecho que resultó ser equivocado». Aunque Yárnoz intenta cubrirse las espaldas de una presunta equivocación (basada en un artículo de The New York Times) guarda un preocupante silencio sobre las aclaraciones realizadas por el Gobierno de Colombia, donde deja claro que las imágenes presentadas representan «tan solo unos minutos de las más de 8 horas de grabación de los incidentes que se registraron sobre los Puentes Internacionales Francisco de Paula Santander y Simón Bolívar”.
En la misma línea, no hace ninguna mención a la crisis humanitaria que atraviesa Venezuela por culpa de la dictadura chavista, lo que hace imprescindible el acceso de alimentos, medicinas y otros productos básicos para garantizar la supervivencia de una población que escapa desesperada del país, donde los niños mueren de hambre por las calles y donde a los opositores políticos se les persigue, tortura y mata sin necesidad de ningún proceso judicial.
Quizá, la equivocación de El País no está en afirmar quién quemó un camión, sino en qué lado de la historia está tomando: ¿El de la libertad y los derechos humanos o el de una dictadura asesina con la que simpatizan por sus pensamientos de izquierda?