LOS MOVIMIENTOS DE LA DICTADURA CHAVISTA EN EL CONTEXTO INTERNACIONAL

«Victoria ONU»: Así celebró el sátrapa Nicolás Maduro la obtención de un asiento en el Consejo de Derechos Humanos

"Victoria ONU": Así celebró el sátrapa Nicolás Maduro la obtención de un asiento en el Consejo de Derechos Humanos
El dictador Nicolás Maduro.

La desfachatez de la dictadura chavista llegó a su máxima expresión este 18 de octubre tras la elección de Venezuela como miembro en el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

«¡Victoria en la ONU! Con 105 votos a favor Venezuela ingresa como país libre y soberano al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Por encima de las amenazas triunfó nuestra Diplomacia Bolivariana de Paz y la libre autodeterminación de los pueblos. ¡Viva la Patria!», celebró Maduro con un mensaje en Twitter.

La elección de Venezuela, sin embargo, generó una gran indiganción.

Philippe Bolopion, responsable de la ONG Human Rights Watch calificó ese hecho como un «insulto a las víctimas de abusos en todo el mundo» y una traición de los «ideales del Consejo de Derechos Humanos».

«¿Qué dice sobre el mundo en el que vivimos que una mayoría de países hoy en la ONU hayan votado para el Consejo de Derechos Humanos en favor del abusivo gobierno de Venezuela cuando tenían otra opción?», se preguntó Bolopion en referencia a la postulación de Costa Rica, surgida a última hora como parte de un esfuerzo para evitar el triunfo de Venezuela.

Pero ¿por qué causa tanta polémica esta escogencia?

Las graves violaciones de derechos humanos

En julio pasado, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, presentó un informe sobre Venezuela en el que denunciaba graves vulneraciones de derechos económicos, sociales, civiles, políticos y culturales.

De acuerdo con el documento, que abarca el periodo entre enero de 2018 y mayo de 2019, en Venezuela se produjeron casi 7.000 ejecuciones extrajudiciales.

Además establece que durante los últimos años, el gobierno ha aplicado una estrategia para «neutralizar, reprimir y criminalizar a la oposición política», y ha impulsado un conjunto de leyes y prácticas que, en la práctica, desmontan el sistema de control institucional sobre el Ejecutivo y han reducido el ámbito democrático en el país.

El grupo FAES, los responsables de las ejecuciones extrajudiciales en la Venezuela chavista.

También denuncia que se dan detenciones arbitrarias y torturas a críticos del gobierno y a sus familiares.

El texto también apunta que en Venezuela el Estado no cumple con garantizar los derechos a la alimentación y a la atención sanitaria, destacando que los hospitales carecen de personal, suministros, medicamentos y electricidad.

El informe fue elaborado por solicitud del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, órgano que apenas hace tres semanas aprobó establecer una misión internacional independiente que investigue las denuncias sobre ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y torturas cometidas en Venezuela en los últimos años.

Paradójicamente, el embajador de Venezuela ante ese Consejo, Jorge Valero, anunció que su país no cooperará con esa misión.

Poco que ver con los derechos humanos

Para el gobierno de Nicolás Maduro, su elección para formar parte del Consejo de Derechos Humanos de la ONU supone un éxito diplomático notable que no ha tardado en intentar rentabilizar, así lo explica Guillermo D. Olmo, corresponsal de BBC News Mundo en Venezuela.

De nada han servido los llamamientos del Departamento de Estado de EE.UU., ni la candidatura de Costa Rica, ideada a última hora para desplazar a la venezolana, ni los reclamos de distintas organizaciones civiles. Tampoco el informe de la comisionada Bachelet que denunció graves abusos de las autoridades chavistas.

MIchelle Bachelet, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU.

Al final, Venezuela ganó la votación y Maduro puede sacudirse algo la imagen de líder repudiado que hace tiempo le persigue.

Para la oposición y para Estados Unidos, la elección supone un revés no por anunciado menos doloroso.

En el caso de Washington, da una nueva prueba de que su política hacia Venezuela no está logrando los objetivos que dice perseguir. Las sanciones golpean al venezolano de a pie, pero el gobierno sigue donde estaba, y su presión diplomática tiene, al menos en Naciones Unidas, menos peso que el apoyo a Maduro de China, Rusia y otros.

En realidad, un vistazo a la lista de estados miembros del Consejo, con participantes tan cuestionables como la Filipinas de Duterte o la Arabia Saudita sospechosa de descuartizar periodistas, sirve para darse cuenta que esto es mucho más una cuestión de poder e influencia que de respeto a los derechos humanos.

Y en esa partida Maduro aún resiste.

Votos alineados

Llama la atención que la elección de Venezuela este jueves se realizó con el voto en contra de la mayor parte de los países de América Latina que, agrupados en el grupo de Lima, más bien auparon la postulación de última hora de Costa Rica para evitar que el gobierno de Maduro obtuviera el asiento.

Y entonces ¿cómo lo consiguió?

La respuesta está en el apoyo recibido por el Movimiento de Países No Alineados (NAM, por sus siglas en inglés), que en su reunión en julio pasado en Caracas acordó respaldar las candidaturas de Indonesia, Irak, Libia, Sudán y Venezuela en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

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