Cristina Kirchner logra burlar a la justicia: Sus causas judiciales caen en un limbo tras victoria de Alberto Fernández

Cristina Kirchner logra burlar a la justicia: Sus causas judiciales caen en un limbo tras victoria de Alberto Fernández
Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández PD

A Cristina Fernández de Kirchner todo le está saliendo según lo planeado: Logró volver al poder como vicepresidenta y, además, pone en un limbo legal las ocho causas de supuesta corrupción que eran investigadas por el poder judicial.

Dos días después de ser electa vicepresidenta, como compañera de fórmula de Alberto Fernández, la Cámara Federal exculpó a Kirchner en dos causas por no encontrar pruebas en su contra, pero le confirmó otro procesamiento por cohecho.

“Nada va a cambiar con Cristina Kirchner en relación a la justicia porque nada debe cambiar”, dijo a la AFP uno de sus abogados, Gregorio Dalbón, quien sostiene que la expresidenta “va a terminar absuelta porque es inocente, no por cuestiones políticas”.

Este letrado, que fue muy crítico del gobierno de Cristina Kirchner (2007-2015) y se transformó en su apasionado defensor, destaca que ella estuvo siempre a derecho y jamás eludió las citaciones judiciales, incluso cuando tuvo que responder a ocho indagatorias en un mismo día. Como senadora con fueros, ella misma votó para autorizar el allanamiento de sus propiedades en una de las causas.

A Kirchner, de 66 años, le quedan ocho procesamientos, la mayoría por acusaciones de contrataciones irregulares y cohecho pasivo. Dos causas, por lavado de dinero y enriquecimiento ilícito (Hotesur y Los Sauces), que implican también a sus hijos Máximo y Florencia, tendrán un juicio unificado.

Otros dos procesamientos son por la venta de “dólar futuro”, que ella defiende como una medida de política monetaria, y por encubrimiento a raíz de la firma de un memorando con Irán en la causa que investiga el atentado en el centro judío AMIA que causó 85 muertos en 1994 .

Manejos políticos

Dos jueces, Claudio Bonadio y Julián Ercolini, concentran todas las causas. Aunque se ha ordenado su prisión preventiva en cinco procesos, el Congreso rechaza debatir la suspensión de sus fueros parlamentarios mientras no sea condenada. A partir del 10 de diciembre, cuando asuma como vicepresidenta, sería necesario un juicio político en el Parlamento para detenerla.

“Los juicios van a tener que seguir adelante, no sé si rápido o despacio, salvo que se emita una ley de amnistía o un indulto”, dijo a la AFP el abogado constitucionalista Gregorio Badeni. Badeni descree que haya habido injerencia en la justicia durante el gobierno de Mauricio Macri, como afirman los partidarios de Kirchner, pero admite “un grave deterioro en el fuero penal federal de instrucción” a cargo de casos de corrupción.

“Hubo manejos políticos pero no de parte del gobierno. Los hicieron los propios jueces, que a veces cuidan su futuro y toman medidas en función de los aires políticos de cada momento”, señaló. Según su defensa, la expresidenta fue víctima de “una persecución mediática, judicial y política y además de género” desde que dejó el poder en 2015. “La independencia de poderes no ha sido respetada”, dijo Dalbón.

El juicio

Este lunes se reanuda tras cuatro semanas sin audiencias el único juicio oral en marcha, en el que está acusada de irregularidades en la concesión de obras viales en la patagónica provincia de Santa Cruz, bastión histórico de los Kirchner.

Dalbón cuestiona que este juicio se haya iniciado en mayo sin contar con la pericia sobre los contratos de las obras viales que, según él, demostró que “no hubo sobreprecios”. Otras cuatro causas ya fueron elevadas a juicio oral y esperan fecha de inicio.

Tras la victoria electoral, muchos se preguntan si Alberto Fernández salvará a Cristina Kirchner de los juicios. “Es evidente que el juez interviniente (Bonadio) está decidido a implicar en la causa a la expresidenta”, declaró hace un año el ahora presidente electo, abogado y profesor de derecho penal en la Universidad de Buenos Aires.

Fernández se refería a la causa “cuadernos de la corrupción”, la principal, por supuestos sobornos en la obra pública por más de 160 millones de dólares, elevada a juicio oral hace un mes. En plena campaña electoral, Fernández tuvo que testificar en la causa por el memorando con Irán debido a declaraciones suyas de 2015, cuando en plena construcción de una fuerza opositora, había calificado a la entonces presidenta de instigadora del supuesto encubrimiento a iraníes.

“Lo que dije fue siempre una opinión. Todos saben que he sido crítico del pacto (con Irán). Me tomaron declaración sobre algo que pienso y los testigos no declaran sobre lo que piensan”, dijo entonces. Más recientemente, ha declarado que “la justicia no está funcionando bien. Por lo tanto tenemos que revisar entre todos una alternativa. Esto no quiere decir avasallar su independencia, pero les voy a exigir a los jueces que actúen dignamente”, aseguró.

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