Los mensajes de WhatsApp entre 2017 y 2018 del expresidente de Panamá, Juan Carlos Varela, fueron hackeados y el grupo de piratas informáticos que llevó a cabo dicha tarea decidió publicar todas las conversaciones en la web ‘Varela Leaks’.
El grupo ha justificado sus actos al definirse como, «un grupo de ciudadanos latinoamericanos comprometidos con la democracia y hastiados de la corrupción y el abuso de nuestras autoridades».
Y como no podía ser de otra forma, salió a relucir el expresidente socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, quien aparece mencionado en las conversaciones del Varela con el canciller de la dictadura chavista, Jorge Arreaza y Delcy Rodríguez, vicepresidenta del régimen desde junio de 2017.
Varela fue uno de los miembros más fervientes del ‘Grupo de Lima’, y sostuvo conversaciónes con los delegados del régimen para la búsqueda de una salida a la crisis en Venezuela, pero la única opción que tenía Nicolás Maduro para garantizar su continuidad en el poder era la mediación de José Luis Rodríguez Zapatero, de allí la confianza que el régimen venezolano depositaba en él, y que quedó plasmada en el chat de ‘WhatsApp’.
En una de las conversaciones de noviembre de 2017 entre el expresidente panameño y Delcy Rodríguez, esta reprocha que la oposición venezolana se levantara de la mesa de diálogo auspiciada por Zapatero, Rodríguez le señala a Varela que el propio Zapatero fue testigo de cómo el Vaticano incitó a la oposición a esa retirada de las negociaciones en Dominicana.
En otro hilo de WhatsApp entre Varela y Jorge Arreaza, el expresidente panameño recrimina al ministro de Exteriores venezolano que los líderes de la oposición se hayan tenido que exiliar y estén obligados a andar de gira por el mundo para hablar con los gobiernos que los escuchan. Arreaza le replica que muchos de esos opositores son prófugos de la justicia venezolana, como el exalcalde de Caracas Antonio Ledezma, hoy residente en Madrid.
Arreaza, en defensa de Zapatero, le espeta a Varela que Ledezma no paraba de insultar al expresidente español en público y le recuerda que el prófugo se opuso en todo momento a la mesa de diálogo auspiciada por el político socialista. En su arenga a Varela, concluye Arreaza que Colombia entregó a Venezuela los vínculos de Ledezma con terroristas y golpistas.
Pero la oposición venezolana sabía muy las intenciones de Zapatero de favorecer a Maduro, y en una de las conversaciones, en este caso con Julio Borges, fechado en septiembre de 2017, el venezolano despreciaba la mesa de diálogo creada por Zapatero, argumentando que la dinámica de esa vía era desfavorable para la oposición y creía que se jugaba en terrenos que no eran neutrales: Caracas y República Dominicana.
El actual presidente dominicano, Danilo Medina, es socialista y mantiene buenas relaciones con el Gobierno de Maduro. Borges subrayaba que confiaba más en la presión que pudiera ejercer EEUU sobre «el régimen en el poder» y en el apoyo que le brindaron líderes europeos como Mariano Rajoy, Emmanuel Macron y Angela Merkel en sus visitas personales a Madrid, París y Berlín.
La tarea de supuesta mediación del expresidente español se extendió durante tres años en Venezuela, entre las primaveras de 2016 y 2019, de allí que salieran más fortalecidos los lazos del socialista con la dictadura de Nicolás Maduro.