Los venezolanos en el exilio están trabajando para lograr nuevas sanciones contra la falsa «delegación de la Mesa de Diálogo» creada por el dictador Nicolás Maduro para simular un estado democrático en Venezuela. José Antonio Colina, presidente de la organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex), adelantó que se «tomarán todas las medidas y se convocarán todas las actividades necesarias para llevar las sanciones internacionales contra elementos como ustedes», haciendo mención a los integrantes de la falsa oposición venezolana entre los que se encuentran: Rafael Marín, antiguamente miembro de Acción Democrática y luego incorporado a Soluciones para Venezuela; la diputada Melva Paredes, de Cambiemos Movimiento Ciudadano; Daniel Santolo, dirigente de Avanzada Progresista; Segundo Meléndez, presidente del Movimiento al Socialismo (MAS); Javier Bertucci, de Esperanza por el Cambio, y Francisco Torrealba, diputado del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en la Asamblea Nacional Constituyente (el órgano chavista creado de forma ilegítima por Maduro para arrinconar al parlamento constitucional).
Todos los miembros pertenecen, por tanto, o bien al chavismo (en el caso del PSUV) o a pequeños partidos «tolerados» por el régimen y que, desmarcándose de la línea de los principales partidos de la oposición, se han avenido a participar en los últimos procesos electorales municipales y presidenciales considerados fraudulentos por la mayor parte de la comunidad internacional.
Las sanciones también serán solicitadas para Claudio Fermín, quien ha tomado el liderazgo de esa falsa oposición venezolana que no tiene representación social y que, entre otras cosas, reconoce a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela. En este sentido, mantienen una postura favorable al régimen y contraria a la lucha por la libertad de Juan Guaidó. José Antonio Colina explica que la «delegación de la Mesa de Diálogo» busca convencer al Parlamento Europeo de eliminar las sanciones contra Venezuela y sus máximos representantes políticos, a lo que afirmó que «la Unión Europea no sólo mantendrá sus sanciones, sino que se ampliarán también en nuevos países de América Latina», por lo que podría estar haciendo referencia a Bolivia tras la salida de Evo Morales y de Uruguay tras los últimos resultados electorales.
