Las relaciones entre Italia y el régimen chavista tropiezan. El presidente de Italia, Sergio Mattarella, dio la bienvenida a los diputados opositores venezolanos Mariela Magallanes y Américo De Grazia, acogidos por el país europeo tras ser acusados de participar en el fallido alzamiento militar de abril.
El jefe del Estado italiano mantuvo una conversación telefónica con Magallanes y De Grazia para “darles la bienvenida a Italia y expresar su solidaridad”, según un breve comunicado oficial. Ambos se encontraban refugiados en la embajada de Italia en Caracas desde mayo, después de que la chavista Asamblea Constituyente allanara su inmunidad y fueran acusados de estar involucrados en el fallido alzamiento de abril, por el que se culpó a otra docena de diputados, que en su mayoría están ya fuera de Venezuela.
Magallanes y De Grazia lograron partir desde Caracas a Italia acompañados por el senador conservador italiano Pier Ferdinando Casini y valiéndose de su doble nacionalidad, en una misión coordinada por el Ministerio de Exteriores italiano. Los diputados están “físicamente muy bien”, pero “tienen el corazón dividido entre la amargura de abandonar su país y por otro lado no ven el momento de volver a ser libres y abrazar a sus seres queridos en Italia”, dijo Casini al diario QN.
El partido de los parlamentarios, La Causa R, ha denunciado lo que ve como un “destierro” y ha acusado al presidente venezolano, Nicolás Maduro, de cometer “un nuevo crimen de lesa Humanidad” con ellos. La oposición venezolana, liderada por el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, a quien casi 60 países reconocen como presidente interino de Venezuela, ha denunciado en reiteradas oportunidades la “persecución” por parte del Gobierno de Maduro de 25 diputados opositores.
Italia no ha reconocido a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, uno de los pocos países de la Unión Europea en asumir esa postura, y se limita a abogar por nuevas elecciones y a considerar la presidencia de Maduro como “ilegítima”.