El dictador Nicolás Maduro está dispuesto a castigar la traición de uno de sus diputados. El líder de la ‘Revolución Bolivariana’ mostró, este 23 de diciembre, el rostro de unos de los presuntos planificadores del “ataque terrorista” perpetrado en una unidad militar en la Gran Sabana, estado Bolívar. Justamente se trata de uno de sus hombres de confianza y que forma parte del régimen: el diputado suplente a la Asamblea Nacional por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Fernando Orozco.
“Yo quiero mostrar la cara para que me ayuden a buscarlo y que los cuerpos de seguridad lo puedan capturar pronto“, dijo Maduro antes de difundir la imagen en plena cadena nacional del Consejo de Ministros número 450 realizado en el Salón Néstor Kirchner del Palacio de Miraflores, en Caracas.
“Esta persona forma parte del grupo planificador, ha recibido mucho dinero, con una mentalidad terrorista, muy violenta, el que estuvo detrás de todos estos ataques, se trata del señor Fernando Orozco, alias Oro Negro”, afirmó. Por último, ordenó al ministro de Interior, Justicia y Paz de su régimen, Néstor Reverol, que difunda la fotografía de Orozco e instó a la población a que colaboren con la búsqueda del parlamentario que “quería bañar de sangre la navidad de Venezuela”.
El régimen de Nicolás Maduro atribuyó el ataque al batallón 513 Mariano Montilla en la Gran Sabana, que dejó un militar muerto y seis detenidos, a personas entrenadas en “campamentos paramilitares” de Colombia y respaldados por autoridades de Brasil y Perú. Una acusación que los últimos dos países han negado y rechazado este 23 de diciembre.
Maduro llama terrorista al diputado Fernando Orozco y anuncia un plan para capturarlo.
Lo que no dice es que Orozco fue electo diputado suplente por el PSUV en el estado Trujillo en las elecciones parlamentarias de 2015. pic.twitter.com/Rpla0zJ34Y
— Gabriel Bastidas (@Gbastidas) December 24, 2019
La traición
El ministro chavista de Defensa, Vladimir Padrino López, confirmó que se realizó un ataque a una instalación militar del sur de Venezuela. En concreto se trataría del un cuartel situado en Luepa, municipio Gran Sabana, estado Bolívar, cerca de la frontera con Guyana, y es la sede del Batallón 513 Mariano Montilla.
El asalto militar acabó con, al menos, un militar fallecido y otros seis detenidos por las fuerzas armadas aún fieles a la dictadura de Nicolás Maduro. Un balance presentado por Vladimir Padrino López, quien afirmó en las redes sociales que “en la madrugada fue asaltada una unidad militar al sur del país, por sectores extremistas de la oposición, siendo sustraídas un lote de armas de dicha unidad”.
«Las unidades militares y policiales de la región se activaron de manera inmediata e hicieron armas contra los asaltantes, iniciaron una persecución contra estos grupos, se detuvieron los primeros sujetos y lograron recuperar todas las armas”, añadió. Incluso, afirmó que los soldados capturados ya están cooperando con el régimen: «están aportando información de interés criminalístico y la FANB y demás organismos de seguridad del estado están activados en persecución del resto de los terroristas».
A pesar de que el chavismo considera un éxito la desarticulación del alzamiento militar, ha quedado en evidencia la división interna de las Fuerzas Armadas Nacional Bolivariana, así como el deseo de derrocar al régimen de Nicolás Maduro a través de una operación militar. Sin embargo, los representantes chavistas han aprovechado la oportunidad para culpar a sus tradicionales enemigos de la región: Colombia y Brasil.
El ministro portavoz del Gobierno venezolano, Jorge Rodríguez, denunció que «la operación contó con el apoyo del Gobierno del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro». Sin embargo, el ministro de Asuntos Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, sumó nuevos países a la fórmula: el «grupo de mercenarios» que ha asaltado la instalación militar «tiene su base de operaciones en Perú» por lo que, «las autoridades peruanas son, al menos cómplices».
«Desde Perú entran por Colombia y reciben apoyo también en Brasil. Es una estrategia golpista de triangulación de gobiernos del cártel de Lima para producir violencia, muerte y desestabilización política en Venezuela», ha indicado a través de Twitter el canciller del régimen dictatorial.