Una banda de cuatro facinerosos armados hasta los dientes ha irrumpido en la madrugada de este lunes 18 de julio de 2011 en el hotel más lujoso de Río de Janeiro y uno de los más famosos de América del Sur y ha robado sus pertenencias a más de 15 huéspedes.
Uno de los asaltantes sería un extrabajador del lugar, de acuerdo a las primeras versiones de los testigos ofrecidas a la Policía local.
Los cuatro bandidos lograron escalar los muros que rodean el Hotel Santa Teresa –ubicado en un bohemio barrio de Río– e ingresar a las instalaciones, donde sometieron a varios huéspedes, algunos de ellos extranjeros.
Según el teniente coronel de la policía Edilson de Moraes desarmaron a los vigilantes y saltaron el muro del edificio, mientras otro integrante del grupo les esperaba dentro de un coche
Una vez en el hotel recorrieron hasta 15 habitaciones y obligaron a los huéspedes a entregarles todas sus pertenencias. En ese momento en el hotel se hospedaban representantes de la empresa Nike y miembros de las delegaciones que participan en Río en los Juegos Mundiales Militares. No se sabe si también fueron víctimas de los asaltantes.
La Policía no ha precisado detalles del botín ni si hubo heridos.
Los ladrones cortadon los cables de algunas de las cámaras de seguridad, ha comentado el teniente coronel Edilson de Moraes Filho, un comandante de la policía, sin embargo, otras cámaras que no fueron tocadas captaron imágenes de los asaltantes y del coche color blanco en el que huyeron.
Fuentes policiales citadas por el diario ‘O Globo’ han revelado que uno de los trabajadores del hotel víctima del atraco pudo identificar por su tamaño y fisionomía a uno de los ladrones: se trata de un exempleado del hotel.
Antes de conocerse estas declaraciones del testigo, el Batallón de la Policía en Áreas Turísticas ya había alertado de la posible implicación de personas que conocen la rutina de los trabajadores del hotel porque el robo ocurrió durante el cambio de seguridad, precisa el rotativo.
Este nuevo hecho ha reavivado las preocupaciones sobre si serán suficientemente efectivos los controles de seguridad que se pondrán en marcha cuando Río de Janeiro sea sede del Mundial de Fútbol en 2014 y de los Juegos Olímpicos de 2016.
El Hotel Santa Teresa consta de instalaciones de lujo pero está rodeado de favelas, zonas muy pobres donde las pandillas tienen sus operaciones.