Una de las probables causas de la bronca apunta a una infidelidad de Soria
Las discusiones entre el fallecido gobernador argentino de Río Negro, Carlos Soria, y su esposa, eran intensas y habituales.
Detenida Susaya Freydoz, la única imputada por la muerte de su marido, confiesa:
«No quise matarlo. No era mi intención…».
El fallecimiento de Soria se produjo el pasado domingo al recibir un disparo en la cara durante una discusión conyugal. En la habitación solo estaba presente el matrimonio.
Todas las pruebas apuntan a Susana Freydoz como autora del crimen. «La causa está cerrada en términos de probabilidad en un 70%», declaró Víctor Sodero Nievas, presidente del Tribunal Superior de Río Negro.
Además de la confesión de Freydoz, la policía ha encontrado restos de pólvora en sus manos. El disparo, según los investigadores, se efectuó desde más allá de 50 centímetros de distancia.
El juez encargado de la causa, Juan Pablo Chirinos, estima que se trata de un homicidio por emoción violenta, uno de los atenuantes recogidos por el Código Penal. La pena de cárcel oscilaría entre tres y seis años.
No obstante, la situación procesal de la mujer no será resuelta hasta que sea interrogada, algo que no ha sido posible hasta el momento ya que se encuentra en estado de «shock».
Está sedada y con asistencia psicológica. Faltan además algunas pruebas para completar el expediente como el nivel de alcohol en sangre de la pareja.
Tal y como relatan personas cercanas a Soria a los medios argentinos, la pareja discutía con frecuencia en los últimos tiempos.
«Las discusiones venían desde la campaña. Todos los testimonios son concordantes en reconocer que hubo intensas discusiones y el enfrentamiento final es el que terminó con este homicidio».
Entre los periódicos locales se barajan varias hipótesis como causante de la discusión fatal. Una de ellas apunta a una supuesta infidelidad de Soria.
El gobernador le habría planteado a su mujer instalarse en Viedma, su residencia oficial, pero sin ella. Otro supuesto habla del regreso de un hijo del matrimonio, homosexual, lo que habría hecho estallar a Soria frente a Freydoz.
Soria era un gran aficionado a las armas de fuego y tenía varias en su vivienda. Entre ellas un revólver calibre 38: la noche en que celebraron Año Nuevo se encontraba en su habitación.