El médico que declaró fallecido a ‘Fritanga’ dice ahora que fue engañado
Desde Colombia nos llega una historia real de narcos, que recuerda a las ya casi olvidadas de la época de Pablo Escobar.
Los ingredientes, un jefe paramilitar acusado de tráfico de drogas apodado «Fritanga», una boda por todo lo alto en una isla del Caribe con modelos y cantantes, y una espectacular operación policial para capturar al novio.
Camilo Torres Martínez, de 37 años y más conocido como ‘Fritanga’, es el protagonista de un ?thriller? con tintes hollywoodescos en Colombia.
El narco, que es solicitado en extradición por la Justicia de Estados Unidos, que lo acusa de cargos de tráfico de drogas, fue detenido por oficiales de la Armada y de la Policía de Colombia, en circunstancias que llaman la atención.
La captura se dio en medio de la fiesta por su matrimonio que ‘Fritanga’ celebraba en un exclusivo hotel Punta Faro de la isla de Múcura, en el Golfo de Morrosquillo, a dos horas de Cartagena de Indias, en el Caribe colombiano. Unos 150 invitados disfrutaban del convite.
La celebración de la boda del capo llevaba ya siete días, con la participación de al menos 11 orquestas, reconocidos actores y modelos.
No obstante, hasta ahora no se han divulgado las identidades de los invitados, así como de la esposa de Torres Martínez, perosiete personas, al parecer de nacionalidad estadounidense y de las que tres afirmaron pertenecer a la Policía de ese país, estaban en el enlace.
Así lo afirma la ‘Revista Semana’ en su edición digital, en la que muestras un vídeo en el que al menos uno de ellos dice claramente a las autoridades colombianas:
«Soy policía de Estados Unidos».
El director de la Policía colombiana, el general José Roberto León, incluso calculó en 2.500 millones de pesos (aproximadamente USD 1,4 millones) los gastos que demandó la fiesta, hasta el momento en que esta fue interrumpida por la presencia de los agentes y el arresto del capo.
El médico Augusto Gallego, que declaró en su día muerto al narcotraficante, asegura ahora que fue víctima de un engaño por parte de un empleado de una funeraria.
«Fue un engaño de un funerario. Me metí en un lío debido a un funerario, que sé quién es. Él abusó indirectamente de mí. Me confié en él y le firmé un certificado hace año y medio, y por eso estoy en este lío».