A Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán no le han podido echar el guante hasta 13 años después de que se fugara de una prisión federal de alta seguridad, cosa que hizo a bordo de un camión de lavandería el 19 de enero de 2001.
Y es que el capo más buscado del mundo se las sabía todas, y se valía de una red de túneles interconectados en Culiacán para burlar a las autoridades.
A través de ellos, y con la ayuda de sus hombres de confianza, tenía una vía de escape rápida y segura…al menos hasta que se le ocurrió llamar por teléfono…
UNA PUERTA BLINDADA
En uno de ellos había una puerta blindada de acero que conduce incluso a uno de los mismos, situados en el sistema de drenaje de la ciudad.
AIRE ACONDICIONADO
Algunos estaban forrados de madera y tenían iluminación y aire acondicionado. Al final de ellos había una escalera pegada a la pared que conducía a una de las casas que Guzmán usó probablemente como escondite.
En una puede observarse cómo la bañera se levanta con un motor hidráulico dejando abierto un agujero por el que se colaba rumbo al alcantarillado.
Al final parece que se le acabó el recorrido, o al menos de momento…