Estaba de ella hasta las narices, y de que a la joven le trajera al pairo el islamismo. Su hija no comulgaba con Alá y esto, unido a su forma de vestir y de divertirse, le llevó a tomar una drástica decisión: la violaría como castigo. Y dicho y hecho.
Es un desquiciado ciudadano noruego de confesión musulmana, que ha sido detenido en la ciudad noruega de Fredrikstad, tras llevar a cabo tamaño despropósito, según da cuenta ‘Daily Mail‘.
La víctima aseguró que de esa forma su padre la había castigado por llevar una vida «demasiado occidental». Después de la agresión, la joven, de unos 20 años, salió corriendo de la casa y pidió ayuda a un cartero. Este llamó a la Policía.
El presunto agresor se enfrenta cargos de abuso sexual e incesto aunque asegura que no entiende la razón de la acusación. Asegura que los hallazgos de ADN se deben a conctactos indirectos porque solo se sentó en la cama de su hija. La víctima está recibiendo ayuda psicológica.