El ‘feminismo’ llega hasta las bandas criminales de México. En 2017 fue catalogado por especialistas en el tema como el grupo criminal que se podría convertir en el modelo de los cárteles de la droga del futuro, pero, desde 2010, «La Línea» ya era una de las primeras organizaciones criminales que sumaron mujeres a sus filas.
Como brazo armado del Cártel de Juárez, en Chihuahua, empezó a reclutar y entrenar a decenas de mujeres «jóvenes y guapas» como sicarias, reveló Rogelio Amaya, uno de los pistoleros de la organización luego de su captura. «Son bonitas, adolescentes de buen ver, para engañar más a los contrarios», declaró ante autoridades mexicanas en 2010 y añadió que la mayoría tenían entre 18 y 20 años, las mayores apenas llegaban a los 30.
Entonces, las mujeres ya se habían integrado a los «comandos» del grupo criminal que peleaban contra sicarios del Cártel de Sinaloa para mantener el control de Ciudad Juárez. Aunque siempre están acompañadas de un hombre, su trabajo es similar y lo realizan con la misma efectividad que sus pares. «Van en autos y llevan armas largas o cortas. Van acompañadas de hombres, ellas se bajan a hacer el trabajo», relató el sicario.
Otro pistolero del cártel detenido ese mismo año, Rosalío María Martínez, confesó la existencia de comandos exclusivos de mujeres que tenían distintas tareas que iban desde el narcomenudeo hasta asesinar a sus rivales. Sayhra Ivonne G. A., detenida en Ciudad Juárez en junio de 2017, es el ejemplo de las mujeres que recluta el grupo criminal: joven blanca, atractiva y de cabello oscuro.
La joven fue detenida en un auto de lujo junto con un hombre llamado Víctor Antonio B. P., con 101 envoltorios de plástico; 93 con una sustancia similar a la cocaína y ocho más con las características propias del cristal. Ambos se identificaron como integrantes del grupo criminal.
El nuevo cártel en formación
La Línea empezó como un pequeño grupo, después se convirtió en parte de un gran organización criminal. Desde 2015 la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) ha advertido que son un cártel del narco en formación. Opera desde principios de siglo en la frontera entre México y Estados Unidos, donde ha sembrado el pánico e impedido que el Cártel de Sinaloa se apropie de estado de Chihuahua, uno de los tres estados ubicados en el llamado «Triángulo Dorado» mexicano, conocido a nivel internacional por tener una de las mayores concentraciones de cultivos de marihuana y amapola.
El grupo empezó a tomar notoriedad en 2004, cuando se hizo público que estaba integrado en su mayoría por policías y ex policías municipales de Ciudad Juárez, así como algunos elementos estatales. De ahí que hayan podido mantenerse por casi dos décadas.
Para el gobierno mexicano La Línea y la pandilla de Los Aztecas están considerados sólo como grupos que pertenecen al Cártel de Juárez, uno de los nueve más poderosos del país, pero desde hace dos años la DEA lo tiene identificado como una organización que ya se separó del cártel, tal como sucedió con Los Zetas y el Cártel del Golfo. Desde 2015, según informes publicados por diario texano San Antonio Express News, este grupo enfrenta una sangrienta guerra contra el Cártel de Sinaloa tanto en Chihuahua como en Texas.