Un joven conocido como «el hombre-árbol» pidió que le amputaran los brazos luego de que las verrugas en forma de corteza aparecieron nuevamente. Abul Bajandar empezó a ver que crecían verrugas durante su adolescencia, y luego se extendieron rápidamente. Cinco años después fue diagnosticado como que padecía una epidermodisplasia verruciforme, una rarísima enfermedad genética de la piel.
Es así como el joven bangladesí, de 28 años, sufre una rara enfermedad genética que solamente cuatro personas en el mundo han sido totalmente diagnosticadas con este padecimiento. Su caso se dio a conocer durante su ingreso al hospital en el 2016.
El año pasado, Abul Bajandar, perdió cinco kilos de gigantes excrecencias gracias a estas 16 operaciones en el Dhaka Medical College Hospital. Los médicos estaban esperanzados con la idea de que su caso pudiera ser el primero cuya recuperación fuera exitosa.
«Poco a poco vuelvo a recordar las sensaciones que tenía antes de que a los 15 años mis manos empezaran a llenarse de verrugas. ¡He sufrido tanto! Había gente que me evitaba y tuve siempre muchos dolores. Echaba de menos todo. Desde comer por mi cuenta a jugar con mi hija, abrazarla. Esas cosas que todo padre quiere hacer con sus hijos», decía en enero del año pasado el joven.
Los médicos del hospital universitario de Daca lo intervinieron quirúrgicamente y al finalizar la primera operación lo declararon «curado». Sin embargo, tuvo varias recaídas a lo cual fue sometido a 25 operaciones. En enero ingresó, nuevamente, al hospital.
«Ya no soporto el dolor. No puedo dormir por la noche. He pedido a los médicos que me corten las manos para tener al menos un respiro», confesó el joven.
En este procedimiento su mamá apoya la decisión de su hijo: «Al menos será liberado del dolor. Es un infierno», mencionó.
Abul Bajandar también tiene verrugas en los pies, aunque se encuentran menos extendidas. Ante esta situación pidió ser trasladado al extranjero, pero no dispone del dinero para cubrir los gastos.
Samanta Lal Sena, cirujana plástica jefa del Hospital de Daca y otros siete médicos se reunirán para discutir el caso y la solución que brindó Abul en torno a su salud. En el cual señalaron que «Ha dado su opinión. Pero nosotros decidiremos la mejor solución para él». En el hospital el paciente es tratado gratuitamente y aunque sus excrecencias se le removieron, estas volvieron a aparecer después en mayor número.