Cuando Lynn Fleming de Ellenton paseaba por la orilla de la playa de Coquina Beach (Florida-EEUU) junto a la costa del Golfo de México tropezó y cayó en un leve desnivel de arena oculto bajo el agua. Al salir de la zona profunda, Fleming vio que tenía un corte pequeño en la pierna, pero no le dio importancia, pues no parecía profunda ni de gravedad.
«Cayó dentro, salió con una herida que no llegaba a los dos centímetros, y un hinchazón en su pierna. Era sólo un pequeño corte, así que no pensé mucho en ello», contó el hijo de Lynn Fleming a la cadena de televisión estadounidense WTVT-TV. Dos días más tarde, asustada porque el sangrado no se detenía, la estadounidense acudió a un consultorio médico. Allí, le inyectaron una vacuna para el tétanos y le prescribieron antibióticos.
Cuando los familiares de Lynn Fleming fueron a visitarla un día después a su casa, la encontraron inconsciente. En el hospital, los doctores explicaron a la familia que la paciente sufría fascitis necrosante, una enfermedad rara y letal causada por bacterias que viven en el agua y son carnívoras. El equipo de cirujanos que atendió de emergencia a Fleming trató de salvar su pierna en una operación. Durante la intervención, la enferma sufrió dos embolias cerebrales y septicemia, una infección grave de todo el organismo provocada por la existencia de un foco infeccioso que traslada gérmenes patógenos a la sangre. A pesar de los esfuerzos por salvar su vida, Fleming murió.
«Este es el lugar que amaba. Ella no podía esperar para bajar aquí y desconectar. Amaba el océano. Amaba caminar por la playa», escribió su nuera, Traci. «Desafortunadamente, es el lugar en el que perdió su vida por un accidente estúpido«, añadió.
Fleming es la segunda persona que cae enferma en Florida por fascitis necrosante en lo que va de mes. Antes que ella, una niña de Indiana llamada Kylei Brown, contrajo la bacteria durante unas vacaciones en Destin. Después de pasar un día jugando en la playa, la menor de 12 años, amaneció con un fuerte dolor en la parte inferior de su pierna.
«El lunes, nos despertamos para comenzar nuestro día y Kylei se despertó y le dolía la pantorrilla derecha», contó su madre, Michelle Brown, a la cadena estadounidense WKRG.
Al día siguiente, la niña no podía caminar. De regreso a Indiana, contactaron a su médico de cabecera, quien les dijo que la llevaran al área de urgencias del Riley Hospital for Children de la Universidad de Indiana. Allí recibieron pronto el diagnóstico: Kylie había contraído una bacteria carnívora que le provocó fascitis necrosante. «Es un tipo de bacterias que comen carne, que normalmente se encuentran en el agua. Puede contraerse a través de un raspón, una herida, o un nuevo tatuaje. Después de investigar, 1 de cada 3 personas que contraen fascitis necrosante mueren, y sufren un choque séptico haciendo que la tasa de mortalidad sea aún más relevante», explicó la madre de la menor a través de Facebook.
«Creo que contrajo las bacterias a través de un raspón en su dedo del pie, mientras visitamos Pompano Beach en Destin, Florida». Estoy muy agradecida por las oraciones, la respuesta rápida y el esfuerzo del equipo médico, así como el tratamiento agresivo que recibió. Gracias a eso, todavía tengo a mi niña conmigo», añadió Michelle Brown. Aunque la menor aún deberá superar rehabilitación para volver a caminar y tendrá que asistir a numerosas visitas médicas, logró sobrevivir. Su madre decidió contar su historia para alertar al resto de familias y pedirles que tengan cuidado al bañarse en el mar con heridas que parecen sencillas.
La fascitis necrosante puede ser causada por diferentes tipos de bacterias, como Strep o Vibrio vulnificus del Grupo A. Las bacterias, que a menudo se encuentran en el agua, entran al cuerpo a través de una herida abierta. El Departamento de Salud de Florida explicó que están «tomando en serio este problema» y recomendó evitar pasar tiempo en jacuzzis, piscinas o en el mar si se tiene una herida abierta.