Dos certificados de nacimiento, dos edades distintas, y dos versiones completamente antagónicas. La historia de la familia Barnett ha dado la vuelta al mundo en las últimas semanas, y ha detonado decenas de preguntas que aún carecen de respuestas y que asemejan el caso más a un guion inverosímil de ficción que a la realidad.
El matrimonio de Indiana fue detenido hace más de una semana por abandonar a su hija adoptiva, Natalia Grace, en un departamento de Lafayette. La menor de nacionalidad ucraniana y con displasia espondiloepifisaria -una afección de los huesos que se traduce en baja estatura-, se quedó desamparada en EEUU.
Los Barnett, dicen las autoridades, se mudaron a Canadá con sus tres hijos biológicos y no atendieron siquiera las necesidades básicas de la pequeña de nueve años.
“Me están tachando de abusadora infantil pero no hay ningún niño aquí”, se defendió entre lágrimas la acusada, Kristine Barnett, en entrevista con el diario británico Daily Mail. “Natalia era una mujer. Tenía la regla. Dientes de adulto. Nunca creció ni una pulgada, algo que puede ocurrir incluso con niños con enanismo», sentenció.
El matrimonio defiende a ultranza que Natalia Grace no era una pobre e inocente niña con enanismo que fue abandonada a los nueve años. Aseguraron que era en realidad una adulta sociópata que recibió durante mucho tiempo tratamiento psiquiátrico porque quería matarles a todos mientras dormían.
“Todos los doctores confirmaron que padecía enfermedades psicológicas graves que sólo se diagnostican en adultos. Hizo declaraciones y pintó dibujos en los que decía que quería matar a los miembros de la familia, envolvernos en una sábana y ponernos en el jardín trasero. Se quedaba de pie junto a nosotros en medio de la noche. No se podía dormir. Tuvimos que esconder todos los objetos punzantes. La vi poner químicos, lejía o algo así en mi café y la pregunté, ‘¿Qué estás haciendo?’ Me dijo: ‘Estoy intentando envenenarte”, contó la acusada.
Sin embargo, el retrato de niña diabólica y perturbada que sostienen los Barnett dista mucho de las declaraciones de vecinos y conocidos. Este viernes se supo que una mujer cristiana extremadamente devota se apiadó de Natalia Grace cuando la encontró abandonada. Al principio, la visitaba cada día, pero después, conmovida por el estado de la menor, decidió adoptarla y llevarla a su casa.
“Mi hija se encontró a esa pequeña chica sentada en un porche. Sola, sucia, sin zapatos y hambrienta. Los vecinos le dijeron que sus padres la habían abandonado para salir del país, diciendo que la niña tenía 22 años”, contó una vecina al diario local News 18. “Mi hija empezó a hacer viajes diarios para cuidarla hasta que decidió que ya era suficiente y se la llevó. Ninguno de nosotros sabemos cómo los padres adoptivos fueron capaces de cambiarle la edad […] Ella tiene ahora 16 años de verdad, pero por los cambios de edad legales, según la Justicia, tiene 30. Tras años y años de este lío legal, finalmente ahora se está empezando a resolver. Está feliz en una familia cristiana maravillosa”, añadió.
En 2012, Kristine y Michael Barnett solicitaron a la Corte Superior del Condado de Marion que modificaran el certificado de nacimiento de Natalia Grace. Cuando la adoptaron en 2010 en un centro de Florida, les dijeron que la menor tenía seis años, una edad que había sido falsificada: “Era muy evidente que no tenía esa edad”, dijo la acusada.
El matrimonio logró que el juez cambiara la fecha de nacimiento de su hija adoptiva, que no había nacido en 2003, tal y como afirmaba Ucrania, sino en 1989. A partir de entonces, Natalia Grace se convirtió para todos los efectos en una adulta. También corrobora esta versión una carta en posesión de los Barnett escrita por el médico Andrew McLaren, de la clínica Indiana University Health. Parte del texto de ese documento salió ahora a la luz.
“Soy el doctor de cabecera del señor Michael Barnett”, empieza el documento con fecha del 24 de octubre de 2016.
“Estoy escribiendo en nombre del señor Barnett y en referencia a su hija adoptiva ***** Barnett. Los conozco a ambos, al señor Barnett y a su ex esposa, Kristine Barnett, muy bien. Yo atendí por primera vez a ***** Barnett [Natalia Grace] el 24 de mayo de 2010, y ejercí como su médico de cabecera hasta 2012. Ella había sido adoptada o acogida previamente por, al menos, otras dos familias fuera del estado. El certificado que entregaron a los Barnett indicaba como fecha de nacimiento el 9 de abril de 2003. Esta fecha es claramente inexacta”.
“Desafortunadamente, determinar la edad concreta ha sido difícil. Los informes facilitados por los oficiales de su país nativo, en Ucrania, están muy incompletos. Además, como ella padece displasia espondiloepifisaria, un tipo de enanismo, los métodos convencionales para determinar su edad no son aplicables. Ella fue atendida por un ortopedista y un endocrino. Ninguno de los especialistas pudo ayudar a proporcionar una edad exacta”.
Con el paso del tiempo se ha vuelto más evidente que la paciente es considerablemente más mayor de lo que dice ser. Un dentista le realizó un examen en 2011 y concluyó que su dentición era propia de un adulto. Una evaluación neuropsicológica en 2011 la describió como “completamente desarrollada” y con “características sexuales secundarias”. Esto se traduce en un desarrollo sexual adulto. Durante su hospitalización psiquiátrica en 2012, se estableció que ella tenía al menos 14 años. En ese momento, también se le diagnosticó una sociopatía adulta, que comúnmente no aparece en los pacientes hasta, al menos, los 16 años. Entonces, ella empezó a admitir que tenía más de 18. Esto ocurrió hace cinco años”.
“La señorita ****** Barnett ha hecho una carrera perpetuando el fraude sobre su edad. Ha continuado engañando a aquellos que tenían las mejores intenciones. Esto incluye a sus anteriores y actuales tutores, a los médicos y a sus padres adoptivos. Las mayores víctimas aquí han sido Michael y Kristine Barnett”, explica la carta.
Por su política de privacidad, Indiana University Health no ha podido confirmar la autenticidad de este documento. Los investigadores, por su parte, cuentan con informes clínicos que afirman que Natalia Grace tenía alrededor de 11 años cuando fue abandonada -según su primer certificado de nacimiento tendría en ese momento nueve años-«. Su edad real, sin embargo, parece que será una incógnita por mucho tiempo, debido a la dificultad de las autoridades ucranianas de arrojar cierta luz sobre el caso y a las contradicciones de los diferentes informes médicos presentados por las partes.