Al menos 50 mujeres han sido asesinadas en Ciudad de México en lo que va de año, según cifras oficiales, aunque se teme que el número real sea mucho mayor. La jefa de gobierno Claudia Sheinbaum –la primera política en liderar la mayor ciudad del país– decidió decretar la alerta por violencia de género: un mecanismo, establecido hace cuatro años a nivel federal, para dedicar más recursos a la protección de mujeres y niñas, así como para aprobar con mayor urgencia leyes o medidas preventivas.
Su anuncio representa un aparente cambio de postura en comparación a hace unos meses. En septiembre, un tribunal ordenó al gobierno local declarar el mecanismo, después de que lo exigieran en multitudinarias protestas realizadas con el lema “No me cuidan, me violan”. Las manifestaciones crecieron, en parte, porque en apenas unas semanas se acumularon acusaciones de que oficiales de policía habían abusado sexualmente de mujeres; en uno de los casos el presunto abuso sería una violación tumultuaria perpetrada por cuatro policías.
Pero en ese entonces, Sheinbaum rechazó declarar la alerta y anunció más bien un plan con acciones de políticas públicas. Entre ellas, la instalación de botones de pánico en las calles y hacer campañas de concienciación sobre acoso y cómo denunciar. Sheinbaum ahora cambió su tenor: “Tengo que enfrentar la realidad”, dijo. “Como mujer, comparto el enojo e inconformidad, y a veces la impotencia” de muchas habitantes de la ciudad, agregó.