Durante los últimos siete años, los gobiernos al mando de México han ordenado que sean sus fuerzas militares las que ataquen y combatan al narco de manera directa, estrategia que no ha sido acompañada por políticas contra la corrupción y en consecuencia ha provocado que los cárteles innoven con nuevas fórmulas para defenderse y atacar, no sólo a sus contrincantes por pelea de plazas, sino también a las tropas enviadas por el ejército.
La variedad de carteles que inundan al país, así como la diversidad de tácticas que han desarrollado para combatir a quienes consideran sus rivales ha derivado en la adquisición de armamento y de vehículos que ni el ejército mismo tiene.
Lo último en ingeniería proveniente del narco son sus famosos vehículos blindados, lo que se conoce como “armaduras del narco” o peor aún: “La Tropa del Infierno”.
Investigadores de la Oficina de Estudios Militares Extranjeros de la Universidad de Claremont en California señalaron a través de un estudio, que conforme a estimados conservadores el número de muertos durante el sexenio calderonista (2006-2012) oscila en los 70,000 muertos. El número de desaparecidos llega a los 30,000 durante el mismo periodo.
De acuerdo con los investigadores, a partir de que los carteles colombianos fueron desmantelados en Medellín y Cali (en Colombia) durante la década de los noventa, el poder del narco mexicano se incrementó.
Ello sería el antecedente a la ola de violencia que ha dejado miles de muertos desde 2005 en México, cuando el gobierno del expresidente Vicente Fox Quesada envió tropas para que se enfrentaran a los cárteles de Tamaulipas.
El ataque de Tamaulipas
Uno de los casos más recientes en materia de generación de caos por parte del narco y atención del mismo por parte de las autoridades, es el de Coahuila, donde presuntos narcotraficantes pertenecientes al Cártel del Noroeste han sembrado terror montados en las camionetas blindadas.
Tan sólo en agosto de 2019, en Tamaulipas se reportó el ataque a un retén policial por parte de un comando de camionetas verde militar identificadas como “La Tropa del Infierno”.
El sábado 30 de noviembre, el saldo en Coahuila provocado por este comando fue de al menos 14 muertos, conforme a información provista por las autoridades.
Fue por más de una hora que las fuerzas mexicanas de seguridad se enfrentaron a presuntos miembros de un cartel correspondiente al municipio de Villa Unión, muy cerca de la frontera con Texas.
Por su parte, el gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme, informó que fueron cuatro agentes los que murieron en el tiroteo, en tanto que un número no definido de trabajadores municipales están desaparecidos.
Camionetas Pick Up, blindaje y modificación
Las camionetas ya identificadas en este tipo de ataques se le adjudican al Cartel del Noroeste, gracias a que en medio de la balacera en la que civiles se protegían como podían, una camioneta negra tipo pick up fue identificada con las siglas C.D.N. pintadas sobre la puerta.
Hasta el momento los vehículos blindados por el narco han sido utilizados primordialmente en Tamaulipas, en enfrentamientos entre los carteles de los Zeta y del Golfo. Aunque el gobierno ya ha incautado cientos de ellos, la artillería que han desplegado en diferentes estados denota no sólo su poder adquisitivo en materia de armamento, sino también la capacidad que los carteles tienen de modificarlos con rifles de francotirador y ametralladoras con monturas fijas dentro de los vehículos.
En la parte trasera de los vehículos ubican protecciones con armas blindadas, además de vidrios que se asemejan a los que se usaban en el “Papamóvil”, los cuales se extienden en un diámetro de aproximadamente 25 milímetros junto al calibre 50.
El análisis de la modificación de vehículos a manera de narcotanques ha sido analizado por Boderland Beat, Insight Crime y Small Wars Journal, análisis que con tan sólo ver el glosario, se sabe que el reforzamiento e ingeniería con la que cuenta el narco sobrepasa todo límite en materia de recursos materiales y financieros.
Términos como “El Monstruo”, “El Rinoceronte” o “El Papamóvil” son empleados en “Narco Armor Improvised Armored Fighting Vehicles in Mexico” para describir el nivel que han alcanzado los cárteles en lo respectivo a entrenamiento, manejo y distribución de este tipo de vehículos.