Los terribles crímenes de Christopher Watts conmocionaron al mundo, pero el hombre conocido como «El monstruo de Denver» fue puesto al descubierto gracias a un conjunto de estrategias llevadas a cabo por los investigadores del FBI.
En el estreno de la tercera temporada de Criminal Confessions, emitida a través de E!, investigadores que estuvieron a cargo del caso en Colorado hablaron por primera vez sobre el impactante crimen.
En noviembre de 2018 Watts recibió cinco sentencias de cadena perpetua por asesinar a su esposa embarazada, Shanann, y a sus dos hijas, Bella (4) y Celeste (3).
Shanann y las jóvenes fueron reportadas como desaparecidas el 13 de agosto de ese año. Al principio Watts mandó un mensaje a su esposa e hijas a través de las noticias locales, sin embargo, luego confesó haber sido él mismo el asesino de su familia.
¿Cómo surgió esta confesión? En el episodio de 90 minutos se comparten cuáles fueron las estrategias específicas que utilizaron los expertos para conseguir la confesión del asesino de Colorado.
1. Hablar en tiempo pasado
Después de la inquietante entrevista que ofreció Watts a los medios, los detectives decidieron que era hora de hacerle a Chris una entrevista. Para mantenerlo cooperativo y comunicativo, el agente del FBI Graham Coder pasó horas con el sospechoso para obtener una declaración oficial.
Sin embargo, como había una aparente falta de emoción por parte de Chris, se hizo esencial para Coder “aumentar la tensión”.
“El agente especial Coder tenía un tipo de voz muy suave y relajante cuando hablaba con Chris”, recordó Tammy Lee, del California Bureau of Investigation (CBI). “Pero, al mismo tiempo, estaba haciendo preguntas muy, muy difíciles”.
En un intento por obtener más información sobre la madre y las niñas desaparecidas, Coder hizo que Chris mirara fotos de ellas. Casi de inmediato, los investigadores detectaron un detalle que encendió las alarmas.
En concreto, Watts siguió refiriéndose a su esposa e hijas en tiempo pasado. Dijo que Celeste “amaba” cierto par de zapatos y mencionó que su ahora fallecida niña de cuatro años “era una niña muy femenina”.
“Si él espera y cree que todavía están vivos, ¿por qué empezó a hablar de ellos en tiempo pasado?”.
2. Presión del detector de mentiras
Después de esa extraña forma de hablar en pasado, los investigadores decidieron realizar una prueba para detectar mentiras al día siguiente. Mientras tanto, analizaron los dispositivos tecnológicos de Watts para detectar pistas adicionales.
Y, por supuesto, encontraron algo. Chris estaba teniendo una “aventura” con una compañera de trabajo, algo que previamente le había negado a Graham Coder (FBI).
Esta nueva información cambió el perfil de las preguntas que Lee tenía reservadas. Al saber que el sospechoso estaba mintiendo acerca de su fidelidad, el agente Lee pudo ejercer una simpatía falsa para convencerlo de realizar la prueba.
“No es nuestra línea de investigación, pero, ya sabes… si tuvieras algo que ver con su desaparición … sería realmente estúpido que entres y tomes un polígrafo hoy”, dijo Lee a Watts antes de realizarle el examen de detección de mentiras, y con el fin de no dejarle otra opción.
En poco tiempo, tras una serie de preguntas clave, se dictaminó que Watts había reprobado la prueba del polígrafo.
3. Criminalizar a la amante
Después de negarlo al principio, Watts terminó admitiendo que tenía una aventura. Los investigadores le hicieron saber a Chris que ya sabían sobre la infidelidad, y así sugirieron de manera indirecta que también sabían más de lo que él pensaba.
Para hacer que Chris sintiera que podía abrirse con ellos, Coder y Lee comenzaron a pintar a Shanann, la mujer de Watts, como la mala del cuento. “Criminalizar a Shanann fue una técnica que consideramos necesaria para eventualmente obtener la verdad”, explicó Lee.
“En realidad solo necesitábamos encontrar a Shanann y a las niñas», sostuvo, “pero lo revelador fue que mientras más buscábamos respuestas sobre su mujer y las niñas, más se notaba que Watts se quedaba sin recursos para ocultar la verdad”.
4. Una confesión a medias
Una vez que Ronnie entró a la sala de interrogatorios, Chris dio una confesión de asesinato parcial.
“Fue casi desgarrador escuchar a Chris hablar sobre el hecho de que asesinó a su esposa”, relató Lee en un confesionario. “Fue realmente aterrador escuchar eso de su boca. Fue impactante”.
Al escuchar la confesión de Chris, los investigadores volvieron a la sala y lo presionaron para obtener más detalles sobre el paradero de la familia. Finalmente, Chris admitió haber enterrado a su esposa en una tumba poco profunda y haber colocado los cuerpos de sus hijas cerca de unos tanques de petróleo y agua.
5. Una última conversación con Christopher Watts
Sin embargo, cuando Chris se declaró culpable de todos los asesinatos, los investigadores se quedaron sin respuestas de por qué decidió matar a toda su familia. Por ello, seis meses después de los asesinatos, los investigadores decidieron hablar con él en prisión.
“Necesitaba escuchar que Shanann no asesinó a sus hijos”, relató Lee. “Necesitaba que eso saliera de su boca”.
Y, como se escuchó a través de grabaciones de audio, Watts admitió haber matado a su esposa después de decirle que ya no la amaba. Para empeorar las cosas, Watts detalló que sus hijas estaban vivas y viajaban con él en el auto cuando llevó el cuerpo de su mujer al lugar del entierro.
“Nadie había contemplado, según recuerdo, que las chicas estaban vivas cuando las llevó al sitio petrolero”, dijo el jefe adjunto del condado de Weld, Steve Wrenn.
Tal y como Watts confesó a Lee y a los otros investigadores, después de enterrar a Shanann, ahorcó a Celeste y depositó su cuerpo en un tanque, todo mientras Bella estaba mirando. Luego le hizo lo mismo.
“Chris nos dijo que, cada noche, cuando cierra los ojos, escucha a Bella gritar: “¡Papá, no!».