El periodismo es una profesión de riesgo en América Latina, con México a la cabeza. En la región, la práctica de la comunicación es tan peligrosa para los periodistas como un Oriente Medio golpeado por las guerras, denuncia Reporteros Sin Fronteras (RSF) en su balance 2019, que da cuenta de 49 informadores asesinados en el mundo, la cifra más baja en 16 años.
Con 14 muertos –-10 en México, 2 en Honduras, 1 en Colombia y 1 en Haití--, América Latina “sigue siendo una región particularmente inestable y peligrosa para los profesionales de la información”, dice RSF en su informe en el que alerta de que las estadísticas pueden esconder una realidad todavía peor. “Otros 10 periodistas han sido asesinados en Brasil, Chile, México, Honduras y Haití en 2019”, pero estos casos no figuran en el barómetro de la organización defensora de la libertad de prensa porque “siguen siendo objeto de verificación”.
“La lentitud, incluso los incumplimientos de la justicia de los diferentes países afectados, impiden hacer toda la luz sobre estas muertes”, lamenta RSF en su último informe sobre la situación de la prensa en el mundo, en el que hace un recuento de asesinatos, detenciones y secuestros de informadores.
México, el país más peligroso
México es de lejos el lugar más peligroso para el ejercicio del periodismo. Además de registrar, en 2019, 10 asesinatos de informadores, tantos como los de una Siria en guerra, la probabilidad de que los patrocinadores de estos asesinatos sean juzgados es casi nula, pues el país tiene una tasa de impunidad superior al 90%, recuerda RSF.
El informe anual que RSF elabora desde 1995, cita los asesinatos de la periodista Norma Garabia Sarduza y el de su colega Francisco Romero Díaz, que son “particularmente sintomáticos de la ineficacia de las autoridades mexicanas a frenar esta espiral de violencia contra la prensa”. La primera había reclamado protección y el segundo beneficiaba de medidas de seguridad.
Honduras, con dos periodistas abatidos en plena luz del día, “está también superada por la corrupción y el crimen organizado” y Colombia se enfrenta de nuevo a sus “viejos demonios”, después de una relativa tregua tras la firma de los acuerdos de paz en 2016, constata RSF.
El realizador y documentalista colombiano Mauricio Lezama fue asesinado cuando realizaba un documental sobre las víctimas del conflicto armado.
Cifra históricamente baja
Con 49 periodistas muertos en el mundo (profesionales y no profesionales), 2019 registra una cifra “históricamente baja”, la más baja en 16 años. Aunque en los países en paz se mantiene, como en México, la caída se registró en los países en guerra como Siria, Yemen y Afganistán, donde el número de informadores asesinados se redujo un 44%: 36 muertos frente a los 66 de 2018.
En Yemen (2 muertos frente a los 8 del año pasado) o Afganistán (5 contra 16), la disminución se debe a que muchos periodistas simplemente abandonan la profesión o han aprendido a no exponerse. Los movimientos sociales de protesta que este año afectaron a países como Ecuador, Chile, Bolivia, Líbano, Irán, Irak, Colombia, Hong Kong y Argelia representan también un verdadero desafío de seguridad para los periodistas, al igual que el crimen organizado, que se ha convertido en uno de los “peores depredadores” para los periodistas de investigación, según el informe.