De ser uno de los países más violentos del mundo, a ser anfitrión de Miss Universo y recibir a Leo Messi y su equipo de fútbol, media un mundo.
El cambio más notable ha sido la pacificación del país, lograda mediante la controvertida «guerra contra las pandillas» liderada por Nayib Bukele, actual presidente y candidato a la reelección. Aunque esta estrategia ha sido criticada por presuntas violaciones a los derechos humanos, ha reducido significativamente los homicidios y ha generado un aumento en la popularidad de Bukele entre los salvadoreños.
El país ahora es percibido como más seguro, con la mayoría de la población sintiéndose tranquila y sin temor a la violencia que antes dominaba las calles.
Sin embargo, el régimen de excepción implementado para lograr esta seguridad ha sido objeto de críticas por detenciones arbitrarias y muertes bajo custodia estatal.
Además de la mejora en la seguridad, El Salvador ha buscado proyectar una imagen positiva a nivel internacional, atrayendo eventos importantes como Miss Universo y los Juegos Centroamericanos y del Caribe. El turismo ha aumentado, con un notable incremento en la llegada de visitantes internacionales.
En el ámbito económico, el gobierno de Bukele ha adoptado el bitcoin como moneda de curso legal y ha impulsado mega proyectos financiados por China. Sin embargo, la economía sigue presentando desafíos, con un crecimiento económico menor al esperado y una alta dependencia de las remesas.
Con respecto a un posible segundo mandato de Bukele, se espera que continúe enfocándose en la seguridad y la construcción de obras. Sin embargo, los expertos advierten sobre la necesidad de abordar problemas como la economía y el respeto a los derechos humanos, que han sido descuidados en su primer mandato.