Ser la hija de Luis Miguel tiene muchas ventajas, y no podría ser de otra forma, por eso Michelle Salas se ha pasado las recientes semanas haciendo viajes, visitando playas y dejando claro el nivel de vida que tiene en su cuenta de Instagram.
Lo mejor para sus seguidores es que la hija de «El Sol» volvió a lucir su figura en un bikini, pero esta vez blanco y traslucido.
Pero es que los detalles de la foto no tienen desperdicio, Michelle posa hincada sobre una cama de playa, con la arena y el mar de fondo, y según la publicación se encontraba en la playa Faena de Miami.
“Aquí casual tomando café con hielo acompañada de una brisita coqueta”, escribió.
Para Michelle no es nuevo lucir su figura con poca ropa, pues basta recordar el periplo que hizo por distintos puntos del Mediterráneo el pasado verano.
Aunque su ola de viajes comenzó en junio, cuando celebró sus 30 años con una exclusiva fiesta en las playas de Los Cabos.
“Unos días antes de que cumpla años me da como crisis, no me gusta cumplir años, pero ni modo, ya luego se me pasa”, confesó en una entrevista la influencer y para muestra de cómo dejó atrás la crisis estuvieron las imágenes que compartió en Instagram, donde lo mismo se le vio disfrutando de un masaje que del sol en la playa o de un viaje en yate.
Como ella misma lo aseguró, “la cura para cualquier cosa es el agua salada: el sudor, las lágrimas o el mar”.
Durante su estancia en Los Cabos, Michelle se hospedó en un hotel cuyo costo va de los USD 355 a los 617, dependiendo de si tiene vista completa al mar o no, el tamaño de la habitación y el número de huéspedes.
Poco después de celebrar su llegada a la tercera década, Michelle viajó a París, donde disfrutó de atardeceres con la Torre Eiffel de fondo o un viaje en crucero por el río Sena. También ahí dejó ver parte de su costoso guardarropa, pues lo mismo lució un bolso Balenciaga de más de USD 1.000 que unos sneakers de piel de la marca Yves Saint Laurent, que cuestan casi USD 700.