Una nueva «anécdota» añade más madera argumental a los que sospechan sobre los datos oficialistas que ofrece la economía argentina.
El ministro de Economía del país, Hernán Lorenzino, se negó a contestar a una serie de preguntas sobre la verdadera inflación que existe en el país sudamericano durante una entrevista con una televisión griega.
«Me quiero ir», musitó el jefe de las finanzas argentinas.
En una entrevista con la Skai TV, Lorenzino no supo salir airoso de la pregunta sobre la verdadera inflación que existe en el país.
«Las estadísticas oficiales se registran mes tras mes, y esa es la única inflación posible. La única oficina pública con capacidad técnica para medir cualquier estadística es el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), que depende del Ministerio de Economía».
La periodista insistió para que el titular de Economía le diera una cifra real.
«El acumulado anual es del 10,2 por ciento, o algo por el estilo», respondió Lorenzino, que fue preguntado por las denuncias del Fondo Monetario Internacional sobre la fórmula errónea de calcular la subida de precios en Argentina.
En ese momento, el ministro se levanta y pide que apaguen las cámaras, aunque se pudo seguir escuchando a Lorenzino.
«Me quiero ir, me quiero ir. Hablar sobre estadísticas de inflación es complejo ¿está bien? Prefiero quedarme con la última respuesta que te di y no ahondar en el tema ¿está bien?».
En ese momento, la grabación concluye con una voz de mujer, una supuesta asesora del ministro que replica a la periodista.
«Quizás es difícil de entender para alguien de afuera, pero nosotros no hablamos ni con los medios argentinos de la inflación».
El Gobierno reconoció una subida de los precios en 2012 por encima del 10 por ciento, aunque esta podría ser superior ya que ha admitido las demandas de los funcionarios públicos del Gobierno de subir los sueldos por encima del 22 por ciento para este año.
El FMI amenazó al país con «apartarles»
A comienzos de febrero, el Fondo Monetario Internacional ya informó de que los progresos de Argentina en la mejora de las estadísticas no habían sido «suficientes» y, como consecuencia, emitió «una declaración de censura por la ruptura» de sus obligaciones con el organismo internacional, urgiendo a la Argentina a adoptar medidas que remedien la «falta de precisión», con la amenaza, en el caso de que persistiesen las imprecisiones, de ser «apartado» de la posibilidad de recibir recursos.
Y es que a mediados de enero, según los diputados de la oposición, la inflación argentina en 2012 era del 25,6%, que confronta, por no decir colisiona, con el comentado por el ministro del 10,2%.