El PIB per cápita canadiense es de 33.176 euros (43.593 dólares canadienses, casi 13.000 más que el español)
Casi 400.000 españoles han salido del país en busca de trabajo en sólo cinco años.
Según los datos del Censo Electoral de Españoles Residentes en el Extranjero (CERA), elaborado por el INE, sólo en 2012, más de 93.000 trabajadores hicieron las maletas y emigraron al extranjero para perseguir una oportunidad laboral: ya hay más de 1,5 millones de nacionales mayores de edad fuera de nuestras fronteras.
Aunque Reino Unido, Francia, Alemania y EEUU se erigen como los destinos más atractivos para los españoles, Canadá aspira a convertirse en un país receptor idóneo para miles de ciudadanos. Suiza restringe los permisos de trabajo a todos los ciudadanos de la UE
En concreto, este país norteamericano ha vuelto a ofertar 1.000 plazas para la inserción de los jóvenes españoles de entre 18 y 35 años en su mercado de trabajo durante 2013, principalmente durante la temporada de verano.
El programa, único de este tipo aplicable en toda España, «no favorece la inmigración si no el intercambio de jóvenes, ya que sí se trabaja pero sólo de manera provisional», indican fuentes diplomáticas.
«El plazo máximo de visado es un año».
Objetivo: los jóvenes españoles
De los empleos del programa ‘Experiencia Internacional Canadá», 760 serán destinados al trabajo en vacaciones, 200 a jóvenes profesionales y 40 a prácticas. ¿Emigran los jóvenes por la crisis? Un miembro del Gobierno apunta también a un «impulso aventurero»
Ya en el presente año, Canadá ha ofertado un millar de plazas para que jóvenes españoles vayan a Canadá en busca de empleo.
El programa comenzó en 2003 con 350 plazas y debido a la demanda de plazas, se aumentó hasta alcanzar el listón de los 1.000.
Para poder acceder a cualquiera de los programas los jóvenes deben disponer de 2.500 dólares canadienses (1.870 euros) cuando entren en el país, además de pagarse de su bolsillo el seguro médico que necesitarán durante su estancia. Las tasas de inscripción suponen 150 dólares canadienses (112 euros) adicionales.
Obreros cualificados
Canadá ya había anunciado antes que a partir de enero próximo abrirá las puertas a 3.000 trabajadores extranjeros cualificados como electricistas o soldadores ante la incapacidad del país para generar los más de 320.000 trabajadores de la construcción que necesitará en los próximos ocho años.
«Para evitar la acumulación de peticiones, en el año inicial sólo se aceptarán 3.000 solicitudes pero repito que ese número crecerá», explicó el ministro de Ciudadanía e Inmigración de Canadá, Jason Kenney.
«Será un año de prueba y espero elevar las cifras».
Según los cálculos canadienses, sólo la mitad de esa demanda laboral procederá de fuentes nacionales. Sólo la provincia de Alberta, donde están los yacimientos de arenas bituminosas que han convertido a Canadá en una potencia mundial en la producción de petróleo y que se consideran contienen las terceras mayores reservas de crudo del mundo, necesitará en los próximos años 115.000 trabajadores para la construcción.
«Durante demasiado tiempo, el sistema de inmigración de Canadá no ha estado abierto a estos trabajadores en oficios de alta demanda. Estos cambios se tenían que haber producido hace mucho tiempo y nos ayudarán a ir hacia un sistema de inmigración rápido y flexible que funciona para la economía de Canadá».
Estas novedades favorecerán a aquellos trabajadores extranjeros que tengan una oferta de empleo en Canadá, unos conocimientos mínimos de inglés o francés, una experiencia de al menos dos años en el oficio y que ésta se ajuste a lo demandado por el Sistema Nacional de Clasificación de Ocupaciones.
El nexo Cataluña-Quebec
Las autonomías tampoco han perdido el tiempo. A principios del año pasado, la Generalitat catalana firmó con Quebec, la provincia canadiense más grande y que alberga una «nación» con fuertes notables deseos independentistas, un convenio de colaboración para fomentar la movilidad y experiencia profesional de los trabajadores catalanes a nivel internacional.
La declaración -suscrita por el entonces conseller de Trabajo, Francesc Xavier Mena, y la ministra de Inmigración y de las Comunidades Culturales de Québec, Kathleen Weil- pretende canalizar el interés de los trabajadores que quieran participar de la experiencia, acompañándolos en el proceso de formación e integración.
A finales de ese mismo mes de marzo, alrededor de 1.000 profesionales catalanes se inscribieron en este plan de contratación para candidatos de sectores como la ingeniería, la sanidad y las nuevas tecnologías, entre otros. De hecho, Quebec necesita cubrir hasta 2015 casi 730.000 puestos de trabajo con profesionales de todo el mundo.
El perfil
Según el último informe del CERA, en Canadá ya hay más de 11.000 electores registrados en las oficinas consulares. Sobre todo, los españoles se agrupan en las zonas de Quebec y Ontario, tal y como señala un estudio sociológico oficial.
Este país federal, cuyo sistema político es la monarquía constitucional, mide 9.976.000 km2 (veinte veces más que España) y apenas llega a los 35 millones de habitantes, según datos de 2011 aportados por la Embajada de España en Canadá.
El PIB per cápita canadiense es de 33.176 euros (43.593 dólares canadienses, casi 13.000 más que el español).
Además, el salario medio de este país se situa en los 911 dólares canadienses semanales.
Esta cantidad, que roza los 36.000 euros anuales es casi un tercio más que los 23.000 euros del país de la piel del toro.
El perfil del expatriado español se corresponde con el de un joven de entre 25 y 35 años, altamente cualificado y sin cargas familiares, según un informe Adecco.
En cualquier caso, fuentes consulares recuerdan que, aunque como turistas «se puede permanecer en el país hasta seis meses» (los requisitos son un pasaporte, un billete de ida y vuelta y «fondos suficientes para nuestra estancia») tal y como explican desde la Embajada española, es de vital importancia conseguir un visado de trabajo si el objetivo es desarrollar una carrera laboral en este país.
«Tierra de oportunidades»
Este mismo mes de mayo, varias empresas españolas de alimentación que acudieron a la feria Sial Canada, la más importante del país, mostraron su satisfacción por el interés que existe en el mercado canadiense ante los productos españoles.
Aunque sólo dos compañías españolas, Noel Alimentaria y Bellorí Vinos, acudieron a Sial Canada con pabellones propios, otras empresas, especialmente del sector aceitero, tuvieron sus productos presentes en la feria.
«Canadá es una tierra de oportunidades con gente muy interesada», según Joan Llorens, gerente de ventas para Norteamérica de Noel Alimentaria.