¿Se imaginan una prisión de magnitudes descomunales construida en medio del océano?
Según la web architecturelover, la competición de arquitectura internacional AC-CA, en categoría de diseño de prisiones, ha otorgado su segundo premio al proyecto «Buoy Prison«, ideado por los lituanos Kristijonas Skirmantas, Povilas Zakauskas y Tomas Vaiciulis.
Explica Laura Murillo en ‘El Economista’ que este trío de arquitectos se puso manos a la obra para entregar un proyecto que no sólo ha sorprendido por sus colosales dimensiones, sino también por su revolucionaria estética y el aprovechamiento de diversos recursos naturales para el mantenimiento de las diferentes áreas de la prisión.
Estamos probablemente ante la nueva ‘Alcatraz‘, pero lo impresionante es que en esta ocasión no hay isla ni tierra bajo los pies. Todo un desafío de la lógica de la construcción que revela claramente los ingeniosos procesos mentales de sus creadores.
Teniendo en cuenta que el océano es el primer factor clave a la hora de diseñar un proyecto como éste, los arquitectos pusieron especial atención en el concepto de volumen.
«Las olas del mar crean un cambio constante, pero al mismo tiempo el medio ambiente homogéneo y sin restricciones es lo que determina el volumen de la prisión que debe ser el equivalente a un modelo simple, icónico y geométrico en todas direcciones. Por ello, decidimos que la forma de un círculo es el diseño que mejor coincide con todos estos requisitos».
La prisión propuesta consta de 3 partes principales: columna cojinete, anillo estructural y regulares módulos rectangulares, que contienen todas las áreas penitenciarias definidas en un programa de diseño, colgando bajo el anillo estructural.
Las distintas partes (módulos) pueden ser fácilmente reemplazadas por las demás o en su caso, pueden agregarse nuevas extensiones, si es necesario.
«Esto hace que el sistema penitenciario sea en su conjunto flexible y ajustable a las necesidades siempre cambiantes. Todas las plazas vacantes en el anillo estructural son eficientemente utilizadas por una red densa de barras, que usa la energía cinética de onda para proporcionar un desarrollo que genera electricidad».
La estructura de la cubierta redonda proporciona módulos con sombra natural, pero al mismo tiempo contiene muchas grietas, dejando que la luz solar penetre en las habitaciones que requieren insolación natural, y forman un dibujo rectangular gráfico, que se exhibe muy claramente durante la noche y crea el estado de ánimo estricto de prisión.
Además, todos los anillos se componen de marcos de acero, que pueden ser fácilmente ajustados en caso de cambio de módulos de combinación.
¿Por qué energía de las olas?
La energía de las olas es renovable, libre de contaminación e invisible al medio ambiente. Su potencial neto con recursos menos costosos es mejor que la de la energía eólica, solar, hidroeléctrica o de biomasa.
«La energía de las olas contiene aproximadamente 1000 veces la energía cinética del viento, además es más tranquila y mucho menos molesta visualmente.
A diferencia de la energía eólica y solar, la energía de las olas del mar se sigue produciendo durante todo el día.
Es ciertamente una perspectiva tentadora, por ello pensamos que podríamos reunir energía utilizable a partir de las fuerzas naturales en el trabajo en la superficie del agua».
Asimismo, todas las zonas de la prisión están claramente separadas por todo el edificio.
En dos secciones de uso diferente se ubican, por un lado, los presos en espera de juicio y por otro, los reclusos condenados.
Todas las habitaciones de servicio se encuentran alrededor del núcleo central del volumen, que contiene huecos para ascensor y conexión a las zonas de aterrizaje de helicópteros y barcos de carga.
Las zonas de administración del personal y los dispositivos de seguridad están aislados del resto del edificio. Lo cierto es que sus proporciones y dimensiones sorprenden, pero ¿será viable algún día su construcción?